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Nació en Talara (Piura). Editor y gestor cultural. Estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e ingeniería electrónica en una universidad privada. Ha publicado poemas en las revistas: Ónice, Bocanada, Dedo Crítico, Tajo, Bosque de latidos, Socialismo y Participación, Estudios Privados, El Bosque, Delirium Tremens, TXT, Conexos (Miami), Nomastique (México), Signos en rotación y Círculo de fuego. Traduce poesía norteamericana (Snyder, Rexroth, Sandburg). Poemas y relatos suyos aparecen en la revista digital Ping Pong, de República Dominicana, y en Vorágine y Cinosargos (Chile). Ha publicado el poemario La balada de Crates y otros poemas en el 2010, Como barca encallada en la arena (poemas y relatos), en el 2014, y Senda de la desesperanza. Hace entrevistas y es colaborador de revistas de Ciencias Sociales y Derecho (Illarik, Soluciones Laborales, Administración Pública & Control) y publicaciones alternativas. Editor de Anarkopoiesis, La lira rebelde libertaria e Insana virtud. Muestra poética reciente de la posmodernidad (2016). Sus poemas aparecen en Ausente ardor de arena & algarrobos. Antología de la poesía piurana contemporánea (2017).

lunes, 1 de diciembre de 2014

Poesía talareña contemporánea

Panorama de la poesía talareña contemporánea

Y al empezar tu vida, de reina redimida
recibe de este bardo su propio corazón,
que también supiera de tus emociones;
y de tus afanes, por tu emancipación.
       Talara provincia, Pedro Miguel Arrese

Márlet Ríos[1]

Introducción
   La poesía talareña de los últimos años no puede escapar, como no podía ser de otra forma, de las tendencias contemporáneas de la poesía “oficial”. A poetas ya consagrados (como el caso de Alberto Alarcón), se pueden añadir las nuevas voces que buscan un legítimo reconocimiento (v. gr. el poeta y editor Harold Alva). Mito Tumi, periodista y poeta de la generación del 70, constituye un caso particular, pues su poesía no puede ser fácilmente incluida en alguna tendencia reciente.

   Una característica de esta época es la desideologización y la cuasi certeza de que los grandes “metarrelatos” del pasado ya no tienen hoy en día sentido. Los poetas, y la poesía, no pueden eludir el “espíritu de la época” (aséptica, hedonista, frívola, a prueba de ideologías y apolítica). No obstante, no nos detendremos para deducir a quiénes favorece principalmente este ambiente de incertidumbre y frivolidad.

Antecedentes históricos: “Liberación” y los poetas petroleros

   En su conocido trabajo sobre la poesía obrera anarquista de las tres primeras décadas del siglo XX, Gonzalo Espino Reluce[2] nos habla de un circuito cultural alternativo –impulsado por los propios trabajadores– al establishment cultural consagrado. De esta manera: “La producción cultural de los trabajadores de comienzos de siglo tenemos que examinarla como un fenómeno alternativo al modo oficial de hacer cultura durante la república aristocrática (…). Los trabajadores, buscando salir de su situación de explotación y miseria, avanzan en la formación de una conciencia proletaria y en este proceso, como elemento intrínseco e indispensable, realizan una intensa acción cultural (...)”[3].

   Le corresponde a Emilio Saldarriaga García, conocido como “El poeta mayor”, el notable impulso para sacar adelante una revista literaria que se ha vuelto legendaria. “Liberación”, cuyo primer número data de julio de 1956, tenía un propósito no muy distinto a los fines de los obreros libertarios de comienzos del s. XX. Sin embargo, el referente ideológico principal para Saldarriaga, director literario de la revista, ya no era Manuel González Prada sino el Amauta José Carlos Mariátegui. Son elocuentes las palabras de presentación del primer número de la publicación: “Quienes alimentamos en nuestro corazón la semilla de la inquietud no podemos permanecer inactivos, y por eso, es que salimos con la lanza al ristre y el pecho descubierto a explorar caminos, a escalar montañas y a escrutar nuevos horizontes en los mares de la vida, quitando los obstáculos que la incomprensión o el pesimismo colocan en las rutas del progreso cultural del pueblo”[4].

   Alrededor de “Liberación” se van a congregar poetas talareños como Eusebio Arias Vivanco, Danilo Valladares, Agustín Silva Ancajima, Juan Palacios Moscol, Eduardo Farro Castillo, entre otros. Se trata de una poesía con ansias de reivindicación social y de cariz proletario, netamente arraigado en suelo talareño. Veamos un fragmento del poema “Perforador comiendo mango”[5], de Eusebio Arias Vivanco, obrero petrolero y sindicalista:

Da mucha risa mirar
al perforador hermano
con sus dos manos
marrón oscuro
comer su mango
que no es oro amarillo
sobre fondo verde.
Más risa me da
el Quijote amigo
y sus caballeros espigados
¡Ay! Ilusión del libertario,
querer pelar el mango
en la cornisa de un castillo;
y arrojar las cáscaras al mar.

   Las luchas reivindicativas de los trabajadores norteños durante las tres primeras décadas del siglo XX, en el contexto del Estado policial y de predominio indiscutible de la International Petroleum Company (IPC), la cual inicia sus actividades en 1915[6], serán plasmadas en los poemas del grupo “Liberación”. El ejemplo imperecedero del mártir proletario Alejandro Taboada Crisanto no podía ser dejado de lado. “Elegía a Alejandro Taboada”, de Emilio Saldarriaga, es un texto emblemático:


I


Naciste astro revolucionario
bajo el sol piurano,
tus miradas de hombre
por mi tierra,
te lavaste tus manos de titán
con petróleo,
y empuñaste la defensa
del obrero
en tu verbo proletario.



   No obstante, una vena lírica pronunciada y una voz intimista pueden ser apreciadas en algunos poetas de “Liberación”. El poema “Llorar”, del profesor Agustín Silva, es un ejemplo concreto de ello:


Mis órbitas ya resecas por el frío,
mendigan un llorar como del cielo;
y entre la muchedumbre loca de cansancio
llega un alma y hace lluvia con sus ojos.            

El alma que ha venido a llorar junto conmigo,
tiene música de amor y tristeza;
y entre la muchedumbre loca de alegría,
es el único llorar que no ha muerto.


   Es menester mencionar la voz lírica de Lina Burneo Seminario, nacida en Lagunitos, también miembro de “Liberación”. Está considerada la primera figura de la poesía femenina de la provincia de Talara. De aliento dolorido e intimista, su poesía parece interpelar la soledad inherente al ser humano (v. gr. en el poema “Tristeza absurda”):

Tristeza absurda de saber que existo
como una piedra más en el camino;
con rodeos me evitan los que pasan
y no se acerca nunca el elegido.
Tristeza absurda de mirar que vivo
como una golondrina sin alero;
y angustia de soñar desde la nada
con alucinación de pordiosero.

    El contexto sociocultural en el que se inscribe la aparición de “Liberación” está marcado por grandes cambios sociales y el surgimiento de nuevos actores políticos y sociales en el escenario político peruano (el Movimiento Social Progresista, la Democracia Cristiana, movimientos campesinos, organizaciones de la llamada Nueva Izquierda como el MIR, surgido a partir del Apra Rebelde, etc.). En 1956 terminaba el ochenio del general Manuel Odría, cuyo régimen se caracterizó por la represión y persecución de opositores políticos (el Partido Comunista y el Apra). Con el régimen democrático de Manuel Prado Ugarteche, conocido como el “último oligarca”, se inicia un periodo de apertura democrática y eclosión social (la llamada “Convivencia” aprista es un epítome claro de este periodo). Los poetas no podían mantenerse al margen de este contexto sociopolítico y son urgidos a participar. De esta manera: “Un enunciado vivo, aparecido conscientemente en un momento histórico determinado, en un medio social determinado, no puede dejar de tocar miles de hilos dialógicos vivos, tejidos alrededor del objeto de ese enunciado por la conciencia ideológico-social: no puede dejar de participar activamente en el diálogo social (…)”[7].


Libros del profesor Julio Bernales C.

Alberto Alarcón y la influencia de Primero de Mayo

   En julio de 1956 también se funda el Grupo Intelectual Primero de Mayo, integrado por poetas de extracción proletaria como Víctor Mazzi Trujillo, Eliseo García Lazo, Leoncio Bueno, entre otros. Alberto Alarcón se uniría al grupo varios años después. Es sintomático de este periodo que algunos poetas de “Liberación” también hayan integrado el Grupo Primero de Mayo, tal es el caso de Eusebio Arias Vivanco y el mismo Emilio Saldarriaga. Era apremiante reivindicar una poesía proletaria, de clase. Tal como lo indica Víctor Mazzi Trujillo en una entrevista dada a Félix Huamán Cabrera[8] en 1986: “(…) los creadores de esta literatura [proletaria] son elementos de extracción obrera, sus primeros integrantes fueron de extracción obrera, más tarde se abrió la posibilidad de los escritores que adoptaban una posición proletaria. Hay dos sectores que la conforman: los escritores de extracción obrera y los escritores de posición proletaria. Cabe mencionar algunas figuras para dar una idea de esto, tenemos en primer lugar a Alberto Alarcón, en segundo lugar a Julio Carmona, en tercer lugar a Artidoro Velapatiño y otros más que sería largo enumerar de los cuarentaidós integrantes. Todos ellos hicieron trabajos de obreros en su mocedad, pero llevados a mayor estudio ingresaron a las universidades y optaron títulos profesionales, esto no los desmerece de una posición proletaria (…)”.

   Nacido en 1949, Alarcón Olaya es hoy en día el poeta más representativo de Talara. Fue obrero de construcción en su juventud. Es autor de Puño en la Niebla, El Viento en los Cerrojos, Poesía amorosa, Panorama de la poesía piurana, etc. Con el poemario Vestiduras de fuego (1975) obtiene el segundo puesto en el concurso Poeta joven del Perú. La poesía de su primera época posee sobre todo un fuerte contenido social y reivindicativo, común a los otros miembros del colectivo Primero de Mayo. Su poema “Biografía” contiene elementos autobiográficos y referencias a figuras históricas del movimiento obrero de Talara (los mártires Alejandro Taboada y Martín Chumo):

Nací viendo esos barcos extranjeros
bambolearse en mi mar ya sin gaviotas;
mi barrio era un canchón de vigas rotas
donde ardía el candil de los obreros.
Mi cuarto olía a cal y en sus maderos
yo escuchaba los muertos de las brocas:
iba aprendiendo sus llamas ya remotas,
su alta sombra, sus nombres petroleros.
Mi padre, en voz muy baja, nos contaba
de Alejandro o Martín, y en su garganta
llameaba un mascarón de furia entera.

   Alarcón, homenajeado en setiembre último en Lima, en el II Festival Primavera Poética 2014, es dueño de una poética ya reconocible y de un registro variado. Hay un tono elegiaco e insondable en algunos de sus poemas (v. gr. en “Nave de invierno”):

Me acompañas, tristeza, me acompañas,
con tu corte de símbolos: ayeres,
gaviota, muelles lánguidos, mujeres
y un cuarto abandonado con arañas.
Sin embargo, tristeza, no me dañas.
Te busco en la penumbra tal como eres.
¿No es hermoso soñar que me prefieres
a los tantos poetas que acompañas?

Playa de Negritos

Otros poetas contemporáneos de Talara

   Harold Alva Viale, nacido en El Alto, en 1978, es un afanoso poeta que también se dedica al trabajo editorial. Ha publicado varias obras, entre ellas Firmamento (1996), Morada y sombras (1998), Antes de abandonar la sombra (1999), Literatura de Piura (2006), Ciudad desierta (2012), etc. Tal como lo indica el profesor Julio Bernales Córdova: “Se aprecia en su lírica la candidez de sus sentimientos que aparecen nítidamente en cada verso (…)”[9]. Un desborde intimista es evidente en el poema “Mi amor”:

Mi amor es más fuerte que la fuerza,
Mi amor es más inmenso que la inmensidad
Y el amor que por ti siento
Es dulce, es risueño, es armonioso.

   En “A tu partida”, otro poema  de Alva, el tono elegiaco e introspectivo es más que evidente:

Solo me queda tu fascinante mirada
en mi abatido corazón.

Solo me queda el recuerdo
del sonido de tu voz
haciendo eco
en los rincones de mi alma.

   En un libro del 2012, Ciudad desierta[10], donde predomina la prosa poética, Alva parece proseguir deliberadamente por la misma ruta de sus primeros libros: “Puedo detenerme toda la noche a mirar el mundo desde tus ojos  Lo sabes: y si los cierras dejaría de verlo pero no de recorrerlo (…)”.

    Desde nuestra perspectiva, poetas más diestros y cuidadosos en el trabajo poético son Mito Tumi, nacido en 1951, y Houdini Guerrero, nacido en 1965. El primero radica en Lima desde hace varios años y se dedica al periodismo. Es integrante de la generación del setenta, junto con su contemporáneo Alarcón. Su poema “Obertura” logra un equilibrio inusitado entre lirismo y referencias extrapoéticas (la crónica urbana):

A nosotros nos persiguen los afiladores de cuchillos.
Era el ardor de marzo cuando la primera vez.
Música, pasto y un tronco bastaron para el inicio del amor.
También el parque circular donde un loco nos miraba,
mientras el viento detenía su entusiasmo sobre tu boca.
  
   Houdini Guerrero es un poeta y narrador muy activo en Piura, donde se dedica a la enseñanza. Ha sido Premio Regional de Cultura en 1996. Dirige la revista Siete Vientos, la cual difunde el quehacer lírico de escritores de la región norteña. Tiene un libro sobre el mártir petrolero Alejandro Taboada, Alejandro, publicado en 2006. Es autor de Para cerrar los ojos de Dios, Luna entre las ramas, Los que perdieron te saludan, etc. Para el profesor Bernales Córdova: “Es un escritor que viste el lenguaje con sus mejores galas para expresar su idea creativa, sus sentimientos, sus emociones (…)”[11].

   No podemos dejar de mencionar al poeta Rigoberto Meza Chunga, nacido en Talara, en 1942, autor de Dodecaedro.

Iglesia principal de Talara (Foto: Isa Ramos)

A manera de conclusión

   Este breve panorama termina señalando que los poetas talareños son también interpelados por los hechos y fenómenos políticos y sociales de las dos últimas décadas (crisis de los partidos políticos, régimen de Alberto Fujimori, proceso de liberalización económica, debilitamiento de los sindicatos, violencia política, etc.). En algunos casos, hay un compromiso manifiesto con un  proyecto político autoritario, no obstante esto será tema de otro texto. Un poema de Carlos Orellano es un ejemplo concreto del impacto del devenir político y social del país en los poetas norteños:

A Talara
Aquí estamos, hermano pueblo de Talara
aquí estamos y ya nadie nos para
cuando decimos con emoción
que ahora tú representas a la Nación,
cuando dices ¡NO! a la Privatización
ni al alquiler ni a otras formas de concesión
aquí estamos los poetas para decir contigo
¡Sí a Petroperú, No al entreguismo!


Bibliografía básica

ALVA, Harold. Ciudad desierta. Lima, Summa Editores, 2012.

BAJTIN, Mijail, Teoría y estética de la novela. Madrid, Taurus ediciones, 1991.              

BERNALES CÓRDOVA, Julio. Emilio Saldarriaga García. El Poeta Mayor. Talara, 2004.

BERNALES CÓRDOVA, Julio. Muestra antológica de la poesía en Talara. Talara, 2005.

CHAPILLIQUÉN CHAPILLIQUÉN, Baudilio. Compendio histórico de Talara. Talara, Petróleos del Perú, 2002.

SUYÓN SALDARRIAGA, Félix. Ensayo monográfico de Talara. 3 ª edición, Piura, 1987.

Pelícano en muelle de Los Órganos (Talara)
Del blog http://huesohueso.blogspot.com/2014/01/talara-tierra-de-pacazos.html
Pacazo en Plaza de Armas de Catacaos



[1] Nació en Negritos (Talara) en 1976. Poeta, ensayista y editor. Ha publicado La balada de Crates y otros poemas (2010) y Como barca encallada en la arena (2014). Colaborador de revistas literarias locales y del extranjero. Editor de La Comuna y Anarkopoiesis. Traduce poesía norteamericana.
[2] Véase: ESPINO RELUCE, Gonzalo. La lira rebelde proletaria. Lima, Tarea, 1984.
[3] Ibídem, p. 23.
[4] Véase: BERNALES CÓRDOVA, Julio. Emilio Saldarriaga García. El Poeta Mayor. Talara, 2004, pp. 26 y 27.
[5] Véase: BERNALES CÓRDOVA, Julio. Muestra antológica de la poesía en Talara. Talara, 2005.
[6] Véase: CHAPILLIQUÉN CHAPILLIQUÉN, Baudilio. Compendio histórico de Talara. Talara, Petróleos del Perú, 2002.
[7] BAJTIN, Mijail, Teoría y estética de la novela. Madrid, Taurus ediciones, 1991, p. 94.
[8] Véase el blog de su hijo, Víctor Mazzi Huaycucho: http://entrevistasvictormazzit.blogspot.com/2011/11/la-gesta-y-fundacion-del-grupo.html
[9] BERNALES CÓRDOVA, Julio. Muestra antológica de la poesía en Talara. Ob. cit., p. 81.
[10] Véase: ALVA, Harold. Ciudad desierta. Lima, Summa Editores, 2012.
[11] BERNALES CÓRDOVA, Julio. Muestra antológica de la poesía en Talara. Ob. cit., p. 76.