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Nació en Talara (Piura). Editor y gestor cultural. Estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e ingeniería electrónica en una universidad privada. Ha publicado poemas en las revistas: Ónice, Bocanada, Dedo Crítico, Tajo, Bosque de latidos, Socialismo y Participación, Estudios Privados, El Bosque, Delirium Tremens, TXT, Conexos (Miami), Nomastique (México), Signos en rotación y Círculo de fuego. Traduce poesía norteamericana (Snyder, Rexroth, Sandburg). Poemas y relatos suyos aparecen en la revista digital Ping Pong, de República Dominicana, y en Vorágine y Cinosargos (Chile). Ha publicado el poemario La balada de Crates y otros poemas en el 2010, Como barca encallada en la arena (poemas y relatos), en el 2014, y Senda de la desesperanza. Hace entrevistas y es colaborador de revistas de Ciencias Sociales y Derecho (Illarik, Soluciones Laborales, Administración Pública & Control) y publicaciones alternativas. Editor de Anarkopoiesis, La lira rebelde libertaria e Insana virtud. Muestra poética reciente de la posmodernidad (2016). Sus poemas aparecen en Ausente ardor de arena & algarrobos. Antología de la poesía piurana contemporánea (2017).

lunes, 28 de abril de 2014

Breve muestra de poesía hecha por libertarios (presentación de Márlet Ríos)







La lira rebelde libertaria
Breve recopilación de poesía reciente de libertarios (región peruana)


































Ven, bella hermana,
al pueblo de Acracia,
ven, libre y ufana,
al país de mis sueños,
verás libre a la tierra
de todo opresor.

Delfín Lévano, El perseguido (canción libertaria)





I am waiting
for the war to be fought
which will make the world safe
for anarchy
and I am waiting
for the final withering away
of all governments

Lawrence Ferlinghetti, Estoy aguardando





Cuando se dice Anarquía, se dice revolución.

Manuel González Prada






Los anarquistas nunca triunfaremos en los niveles ordinarios de la vida política, pero nuestra presencia es indispensable para recordar que nuestra esencia es la libertad, la libertad de sentir con nuestros propios corazones, de mirar con nuestros propios ojos y de pensar con nuestras propias inteligencias.

Alberto Benavides




Los capitalistas

Son los feroces capitalistas
que un dólar llevan por corazón
Despiadados en sus conquistas
son los feroces capitalistas,
siempre teniendo quijadas listas
para pegarnos el mordiscón,
van los feroces capitalistas
que un dólar llevan en el corazón.

Son los hipócritas, son los felinos
que hacen a bombo la caridad
Muy obsequiosos y muy ladinos
son los hipócritas, son los felinos.
Si no se lanzan a los caminos,
es porque operan en la ciudad
esos hipócritas, esos felinos
que hacen a bombo la caridad.

Garras de tigre, dientes de lobo,
se dan por los labios que arrojan miel
¡Cuánto celebran lo honesto y probo,
garras de tigre, dientes de lobo!
No ven delito mayor que el robo
de los que viven gozando de él
garras de tigre, dientes de lobo,
se dan por labios que arrojan miel.

Son los verdugos del proletario
los que le exprime sangre y sudor.
Siempre celosos del monetario
Son los verdugos del proletario.
Lucen por fuera lo humanitario,
mas dentro guardan odio y rencor.
Esos verdugos del proletario,
los que le exprimen sangre y sudor.

Dueños de casas, dueños de tierras,
dueños se harían de aire y de Sol.
Son, de los mares hasta las sierras,
dueños de casas, dueños de tierras.
Siembran rencores, atizan guerras
y a un hombre matan por una col.
Dueños de casas, dueños de tierras,
dueños se harían de aire y de Sol.


Son unos pocos, más atrevidos,
al mundo entero dictan la ley.
Esos tiranos, nunca vencidos,
son unos pocos, más atrevidos.
Van acatados, van aplaudidos,
viendo a sus plantas obispo y rey,
pues, aunque pocos, son atrevidos
y al mundo entero dictan la ley.

¡Fuera esos duros capitalistas
que un dólar llevan por corazón!
¡Surjan las almas nobles y altruistas!
¡Fuera esos duros capitalistas!
¡Campo a las justas grandes conquistas!
¡Campo a la santa revolución!
Contra esos duros capitalistas
que un dólar llevan por corazón.

Abril de 1907.



Manuel González Prada




Unas palabras preliminares 

Recusación

   Es casi un lugar común afirmar que el anarquismo en Perú, sobre todo en su vertiente sindical, terminó como proyecto social y cultural alrededor de 1930, con el surgimiento del Partido Comunista y del autodenominado "Partido del Pueblo". Indefectiblemente, el anarquismo local unificado habría dado sus postreros estertores, cumpliendo -supuestamente- con su ciclo y dejando atrás testimonios históricos impresionantes (periódicos, folletos, bibliotecas obreras, intensa labor artístico-cultural, centros de estudios sociales, federaciones de trabajadores, gestación de huelgas generales y acciones directas en varios puntos del país, consecución de la jornada de 8 horas, en 1913 y 1919, etc.). Nos resulta encomiable –y sorprendente– que se haya desenvuelto contando solo con sus propios y limitados recursos, en un contexto sociopolítico convulsionado de feroz represión gubernamental (no obstante, este hecho no es particular del Perú, pues en Argentina también se dio una violencia estatal inusitada en contra de los ácratas).







   Una línea de continuidad puede develarse, a despecho de los historiadores oficiales, entre la labor de organización y agitación de los anarquistas durante las tres primeras décadas del s. XX, y la labor de los libertarios a partir de 1950. La Protesta fue publicada intermitentemente en la década de 1940 por la Federación Anarquista del Perú. Los anarquistas siguieron teniendo una significativa presencia, aunque ya no como en épocas pretéritas, en la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú” (fundada en 1887 como Sociedad de Obreros Panaderos). Un comunicado regional de este gremio, fechado el 16 de julio de 1963, consigna las siguientes palabras del entonces secretario regional de Lima, Teobaldo Cayetano Morales: “COMPAÑEROS: Nuestro deber es cuidar la tarea principal haciendo del sindicalismo el único derrotero de todas nuestras aspiraciones, porque en la época moderna en que vivimos el Sindicalismo (sic) es el arma más poderosa con que cuentan los trabajadores”[1]. El compañero Cayetano perteneció a la célula libertaria “Brazo y cerebro” de la “Estrella del Perú”. En 1957, fue nombrado secretario de defensa de la Sociedad de Obreros Panaderos “La Estrella”, de Huancayo. 

      
      Otro compañero que tuvo destacada actuación como organizador y dirigente, por esos años, fue Wenceslao Zavala Grimaldo, quien ocupó la Secretaría de la Federación Anarquista del Perú. El compañero Zavala perteneció al gremio de Construcción Civil.


   En un escenario distinto al mundo sindical, un núcleo de libertarios muy activos tuvo destacada actuación en el proceso social y político que se empieza a gestar hacia 1969 (reforma agraria), con la llegada al gobierno del general Juan Velasco Alvarado. El Instituto de Estudios e Investigación de Cooperativas y Comunidades (INDEICOC) tenía entre sus puntos esenciales, sobre los cuales erigir la anhelada sociedad sin amos ni explotadores, el siguiente: “El individuo como objetivo final de la sociedad y no como medio, lo que implica reconocer la calidad igualitaria de todos los hombres y el derecho a su plena libertad –entendida esta como supresión de cualquier forma de dominación– (económica-social-política-cultural), donde la ayuda y colaboración mutuas sean principios morales rectores”[2]. Gerardo Cárdenas, Jaime Llosa, Jorge Choster, Víctor Gutiérrez, entre otros, conformaron el INDEICOC, de clara inspiración libertaria. El golpe derechista de agosto de 1975 echó por tierra audaces reformas y un proyecto sui géneris (una colaboración, en todo caso, muy particular entre un grupo de socialistas libertarios y militares reformistas). 





Propósito



   El presente texto tiene como referencia directa el conocido trabajo de Gonzalo Espino Reluce, “La lira rebelde proletaria: estudio y antología de la poesía obrera anarquista (1900-1926)”. Hoy, como ayer, podemos reivindicar la noción de un “proyecto alternativo” al modo oficial de hacer cultura, con sus propios canales de difusión y recepción. De este modo: “La producción cultural de los trabajadores de comienzos de siglo tenemos que examinarla como un fenómeno alternativo al modo oficial de hacer cultura durante la república aristocrática (…). Los trabajadores, buscando salir de su situación de explotación y miseria, avanzan en la formación de una conciencia proletaria y en este proceso, como elemento intrínseco e indispensable, realizan una intensa acción cultural...”[3]. No obstante, la situación objetiva no es la misma de comienzos del siglo XX, pues el trabajo, sobre todo el trabajo asalariado, ha dejado de ser el eje central de la vida social, lo cual tiene correlación con una profunda desestructuración económica, social y cultural (cambio de los modelos de organización de la producción, descentralización productiva, outsourcing, pérdida de peso de los sindicatos, arremetida del consabido Estado policial, etc.). 



   Sin embargo, hay un hecho que nos interesa poner de relieve. Si la “poética” de los compañeros de las primeras décadas del s. XX tenía su canal de difusión adecuado o “natural” en los periódicos y folletos editados por los mismos libertarios (“La Protesta”, “Los parias”, “El obrero textil”, “El oprimido”, etc.), actualmente los bienes culturales de los ácratas de comienzos del s. XXI siguen encontrando su cauce apropiado en periódicos de escaso tiraje e irregular aparición (“Humanidad”, “Desobediencia”, “Acción Directa”, entre otros), así como en fanzines, folletos, poemarios artesanales, etc. , sin dejar de mencionar las nuevas tecnologías de información y comunicación (blogs, revistas electrónicas). De este modo, nos daremos por satisfechos si esta breve recopilación de poemas de libertarios (región peruana) despierta algún interés, sobre todo extraliterario, para diletantes, cómplices, compañeros de viaje y sempiternos refractarios. Desde ya, a priori, imaginamos el nada leve escozor que nos produciría el hecho de que este opúsculo cayese en manos de algún policía de la realidad o académico bienintencionado. O peor aún, nos llena de angustia lacerante (la de Kierkegaard) pensar que pueda convertirse en fetiche de algún incondicional del principio de autoridad o adlátere innombrable aspirante a ministro de economía.



Teobaldo Cayetano



   Por lo demás, acracia sigue mostrándose desafiante y encantadora. Hace 100 años, en estas tierras, encontró extraordinario ascendiente en algunos intelectuales y, sobre todo, trabajadores textiles, artesanos, jornaleros, etc. Actualmente, la situación ha cambiado drásticamente. Los rebeldes de hoy, salvo excepciones, ya no ven el lugar de trabajo como escenario para la reivindicación y la agitación, con miras a una lucha definitiva contra los amos. Sin embargo, acracia sigue despertando pasiones y una gran esperanza. Algunos libertarios la poetizan, asimismo le dan la razón a Benjamin Tucker, cuando este afirma sobre ella que es “la doctrina según la cual todos los asuntos humanos deberían ser manejados por los individuos o las asociaciones voluntarias. El estado debe ser abolido”.





Márlet Ríos

Ate, 13 de enero de 2014.


[1] Este documento nos fue cedido gentilmente por su hijo, el profesor Américo Cayetano.


[2] KNIGHT, Peter K. Perú ¿hacia la autogestión? Buenos Aires: Proyección, 1975, p 119.


[3] ESPINO Reluce, Gonzalo. La lira rebelde proletaria. Lima: TAREA, 1984, p. 23.



Un domingo cualquiera en mercado Ceres, Vitarte (Foto: Nikos Gamarra)


**


Redi Akila: Poetisa y libertaria. Vive en la ciudad de Huancayo (Junín). Ha publicado libros como Bocados empapelados… motivos insurgentes y Tánatos en primavera.



Características en el espacio y tiempo


Entre techos invisibles, con paredes invisibles,
de pisos invisibles;
esperando nada bueno de la propiedad privada,
 de esa que le quita a la esperanza
las ganas de de vivir entre orquídeas.
Tallando mejores tiempos en nuestros pies descalzos.
Corrigiendo la sintáctica y ortografía de la vida,
no corta, no tonta, no triste;
con sus mariposas y polillas.

Cubriendo con pedazos de papel,
una herida con ubicación desconocida.
Esperando las condiciones para seguir con la
edificación que hace tiempo no toco.
Rara vez, preguntándome
por la razón de seguir en la facultad,
¿qué será?
 las dudas o mi escepticismo ante todo y todos.
Ante los incendiados, antes incendiarios.

Aprendiendo a fumar, a bailar con Zorba.
Desaprendiendo a llorar -qué duro y complejo-,
con pinchazos que se hacen constantes
y luego desaparecen.
Teorizando el amor, el que por lo menos quiero vivir.



Con las esperanzas rojinegras
[cada vez más negras y menos rojas]
cada vez más Stirner, más Montseny, más Malatesta.

Así espero los días y sus noches,
excitándome en función suya y por placer mío.
Viviendo,
 radicalizando la existencia,
odiando y amando intensamente.
Así se destruye mejor, se crea mejores tiempos
[más negros que rojos].
Negros como la muerte, que en realidad es vida.






Protesta


La rabia que acompaña al miedo,
a estas ganas de destruir, de vivir
dice que no existe espacio a la rendición.

Las proyecciones catastróficas
de la moralina reinante
devienen en el azote del cansancio.

Efectivamente, son parte de la protesta,
la cual se encamina con brazos lúdicos,
revoluciones incesantes.

La destrucción está inscrita en la agenda,
pero la suya
más que la nuestra.

***


Alberto Benavides Ganoza (Lima, 1949): Fue profesor en la Universidad Católica del Perú por veinticinco años. Abjura, sin embargo, del catolicismo y de todo dogmatismo. Su ocupación principal es desde varios años la agricultura. Fundó en 1995 la Escuela Libre Puerto Huamaní en el valle bajo de Ica (a 400 km. al sur de Lima). Ahí vive y escribe sus textos.




Harawi

He oído al viento silbar
huaynos alegres en Samaca
harawis que no se escuchan hace mucho tiempo
huaynos que no hablan
de orfandad ni olvido
sino del gozoso apareamiento
de la tierra con el cielo.
Y te he recordado
niña de ojos negros.




Ullujaya

En este silencio
que era de los chaucatos,
que anuncian la víbora,
construiste con épica de la pura
este templo a la soledad
lejos de quienes reparten la culpa.

Te bendigo irrigador de pampas
Maestro del agua,
Yaku Tayta máximo,
verbo para irrigar inteligencias,
caminante, caminante, caminante,
Pedro Carlos Cabrera Darquea.




¿Cómo se llega a Ullujaya?

Nunca he llegado por el mismo camino: tantas huellas hay en el desierto. ¿Cómo se llega? Nunca se sabe: el desierto se ocupa de uno, la suave vista de los cerros amarillos transforma el alma. El que llega es de algún modo otro. En dos sentidos es difícil precisar cómo se llega a Ullujaya.






Periódico libertario de la región peruana con mensaje abstencionista (2011).

***


Leoncio Bueno (Hacienda Facalá, Trujillo, 1921): Poeta proletario, actor de cine, autodidacta. Ha sido periodista, sindicalista y miembro del Grupo Intelectual Primero de Mayo. Ha publicado los libros: Al pie del yunque (1966), Pastor de truenos (1968), Invasión poderosa (1970). Colaborador del periódico anarquista Humanidad.


Asno rayado

Mi abuela,
mujer costeante y muy lectora
lo llamaba “Ragnut”,
      raro nombre. El burro
inconfundible a la distancia
por su clarín singular
fue mi primer amigo
y también mi maestro.

De él aprendí a trabajar como un burro,
a respingar como un burro,
y a enamorarme como un burro.


La dicha de los dinamiteros

La violencia es una forma de felicidad.
¿Contra qué se dispara una revolución?
Contra los privilegios.
Los privilegios constituyen la violencia
                       de los poderosos.

Ganarse la vida en un horno de ladrillos
                       no es ningún privilegio.

Los ladrilleros huelen la felicidad
                       de siglo en siglo
cuando se dispara una reventazón.

Un albañil no construye palacios para él,
pero se las arregla de cuando en vez para
                        volarlos,
y saborear la dicha de los dinamiteros.




A la hacienda Facalá

¡No puedo volver a ti!
Una tarde, desde la alta colina
te vi por última vez,
siempre verde y florida bajo el cielo otoñal.
Vi los álamos de tu río,
oí el canto de tus gallos,
todo a lo lejos se mecía
como un sueño en las nubes.
Era una tarde, tarde en mi vida,
mi corcel apacentaba en los páramos,
la fragancia de tus pastos
hormigueaba en mis sentidos,
sabor de cañas lilas
derretía mis dientes.
¡Oh, las albas armónicas!
la aborigen infancia
como alegre cabrito corría por los cerros.
Si algún día volviera
a saborear guayabas de tus huertos,
¿me sabrían lo mismo?
¡Quien como tú que eres invariable,
que eres profunda, que eres callada!
Quisiera ser como tus montes solitarios
tan serenos, tan rígidos, tan altos.
Me siento fatigado de bregar sin descanso,
me siento como un buey enflaquecido
que nunca prueba el fruto de su arar.


Poeta Leoncio Bueno, autor del blog y libertario M. Tauro.




Así fue mi andar

Así fue mi andar, despiadado
Este fue mi destino, sombrío
Tenía que ser así:
Un hambriento obnubilado,
Escribidor tan hórrido y sin pelos en la lengua;
Un soñador tan necio, tan loco de aventuras.
Contestatario insolente, tenaz y subversivo.
Solo leal y consecuente,
Con sus grandes martirios
Y anhelos amorosos:
La libertad, lo verdadero, la belleza.
Un apóstol amoral, insólito,
Alentador tribunicio de inmortales utopías.
¡Salud! ¡Salud! Y grandes alegrías,
¡De amor, liberación y poesía!
¡Viva la Santa Anarquía!    
                          
Poeta proletario Leoncio Bueno y Márlet Ríos

***


Franz García Uceda: Periodista, investigador y escritor. Fue fundador de periódicos libertarios como Qhispikay y Avancemos (Perú). Actualmente colabora para la revista política Rumi.


EL POETA DE VERSOS INSUMISOS
O CANTO AL VIEJO COMBATIENTE

A Emilio López

¡Compañero! pasos calmados
apurando el futuro,
en medio de borrascas inclementes, digno tú,
con los ojos iluminados
henchidos de esperanza,
con los puños cerrados
y abiertos al amigo,
con la figura de las gestas épicas de siempre,
con las historias hilvanadas
brotando libertad.

Es tu pequeño sombrero quijotesco
y tu bicicleta, fiel compañera,
ciertos distintivos permanentes,
conjugándose con tu verbo militante,
con tu voz clara y tus palabras permanentes,
y tu destello libertario mostrando bríos
aun cuando la noche se apresta sórdida.

¡Compañero! inerme aparente sin saberlo,
rodeado de multitudes intensas,
impreso tú en cada párrafo del viejo Kropotkin,
parte tú de las convulsiones del 36
o de los 60 o los 70.
Tus recuerdos guardan nombres,
lugares, combates, calles, plazas
y vestigios de nueva sociedad.

Eterno evasor de toda autoridad
y fiel camarada de causas jamás perdidas,
luchadas, conseguidas, atiborradas de amor,
de sonrisas, de abrazos, de viejas páginas libres.
Caminante haciendo senderos
acráticos e insumisos,
siendo parte de nuestra América rebelde,
de nuestro mañana que ha de llegar.

Y eres tú el poeta de versos insumisos,
y eres tú el recolector paciente de libros,
de corazones, de conspiraciones, de
tardes en la casita de siempre.
Y eres tú el carpintero permanente,
y eres el campesino makhnovista
en nuestras alturas serranas,
y eres el compañero, el amigo, el poeta.

Y eres el anarquista.

***
Evento libertario en Lima (2007)





Oscar Emilio López: Poeta y comunicador social. Pertenece a la generación de los 60. Compañero solidario y cálido, siempre dispuesto a colaborar y ensalzar el apoyo mutuo.


Quena

Camino arriba, camino abajo
endulzando siempre
al complejo indio americano
¡Oh música de mi madre terrígena!
Vibración sin tiempo de los bronceados
del siempre.
Hoy me tumbo bajo los frondosos
eucaliptos
para sentir vívidamente
el aletear y cantar de las azulencas
torcazas y los bullangueros
jilgueritos.
¡Oh Ande donde el bronce se fundió
para inmortalizar el latido
de un pueblo en despertar!

Quena. Con nuestra viviente agonía
ahora comulgamos con el son
de la cítara lejana y los
tambores africanos.
Muy juntos llenaremos la Tierra
de ondas canoras. Nuestro lenguaje
es universal como es universal
el amor y el dolor entre los hombres…

Quena. Dulce hermana
resuena libertaria
hasta que nuestros niños
retocen como alegres
potrillos por toda
nuestra América total…


Cuando

Cuando bebamos agua en
abundancia, en un labrado
mate.
Cuando la alegría espontánea
de los niños sea viva
democracia vivencial…
Cuando la poesía vaya de boca en
boca, de pueblo en pueblo
cual un inmenso
rumor…
Cuando nuestras mujeres
vibren libertarias como caña
silvestre, por nuestra América total.
Cuando hayamos ahuyentado,
con esfuerzo
total, a los voraces
cuervos de nuestra hambruna
cotidiana,
entonces solo entonces diremos:
¡Alto en la ruta,
ahora sí estamos en las tierras del Sol!






América, patria mía
(fragmentos)


América, patria mía, estás embarrotada
ensangrentada, tiemblas redentora a tan doloroso
parto centroamericano.

(…)

¡Oh! América patria mía, no más bancos alfombrados
con el sudor de los pobres
no más niños remarcados con la hambruna
acanallada no más prostitutas con causa.
América, América patria mía
Creo en tus montes rocallosos, en tu selva
enmarañada, en tu vena petrolera en tus ríos
caudalosos, en la sinfonía de tus mares…

¡Oh qué agonía!

24-08-80

***

Alain Rod: Colaborador permanente de fanzines esquizoides y periódicos ácratas como “Desobediencia”, “Humanidad”, entre otros.



Maullidos extraviados

Los gatos
no van a la revolución
son demasiado perezosos.

Los gatos
son la revolución,
una revolución
golosa e incontrolable,
como sus saltos
con aroma a parkour.

El inmediatismo es una amenaza
para los concursos de belleza,
por eso
los gatos
se cagan
en la publicidad.

Y aún algo más desafiante,
el dejar olvidadas
las puertas abiertas
y los asaltos extravagantes
no niegan ninguna nueva sorpresa:
una revuelta insaciable
donde acariciarnos hasta calentarnos
sin que el Gran hermano nos vigile.

Los gatos
no quieren asegurar nada,
solo quieren
deshilachar el mundo
por eso no duermen dentro de casa.

El peligro,
acompañante seductor,
incita a desafiar la domesticación:

Antes de limarme las uñas
prefiero menear la colita
sin compromisos
con la burguesía.
Antes de pedir permiso
prefiero ir en busca
de techos ajenos
para cantarle a la Luna
que le soy infiel.

Pero he de acostarme
con el Sol,
sin prisas
y sin relojes
en mi corazón.

La sensación
de un Miau impúdico,
deslizándose
para desestabilizar todo orden,
puede enmarañarnos
en nuevas revelaciones:
nos comunicamos
con caricias llenas de saliva,
las cosquillas debajo de nuestros cuellos
convierten nuestros cuerpos sudorosos
en miles de laberintos rizomáticos
que se trepan en un erotismo sin dueños
seduciendo y corrompiendo la vida.

Los ronroneos son mis testigos y confidentes.
Todo lo demás se esconde en mis bigotes.

***

Jaime Llosa Larrabure: Ingeniero agrónomo, estudió en la Universidad Nacional Agraria (Lima). Fue miembro del Instituto de Estudios e Investigación de Cooperativas y Comunidades (INDEICOC), de inspiración libertaria, el cual tenía entre sus postulados: “La autogestión o gestión democrática de los medios de producción, donde el trabajador adquiere una doble condición: productor y gestionario de la empresa. Deja de ser un asalariado y se convierte en productor libre y asociado”. Participó, junto con Gerardo Cárdenas, Jorge Choster y otros miembros del INDEICOC, en la constitución de las Cooperativas Agrarias de Producción (CAP) y las Sociedades Agrícolas de Interés Social (SAIS), a partir de 1969. Ha sido colaborador de periódicos anarquistas de Lima.





Dehiscencias


Dehiscencias múltiples.
Sincopadas o no.
Simultáneas. Quizá.
¿Silentes?
También.

Dehiscencia: ¡¡Eclosión!!
Dispersión de sinfonías de colores impensados.
                         De exclamaciones sucesivas: Motivadas.
¡¡Siempre!!

                De adjetivos calificativos  que no alcanzan a adultecer
                nuestros quizá y nuestros todavía.
También- por qué no –
                         De nuestros “por qué había de ser yo,
de nuestros  “a mí ni me va ni me viene, me da lo mismo”.

             ¡¡Dehiscencia!!
De afonías prolongadas  en tiempos
                           de querer ser no asumidos, regateados a la vida.

¡¡Eclosión!!
                                         De interrogantes irredentas y de las otras.
                           De espacios sedientos de infinito por llenar.
         De nuestros puede ser, acompañándonos.
¡SIEMPRE!
De imposibles por acontecer que se amontonan
como hojas de otoño, que ya fueron…

Dehiscencias múltiples de omisiones tantas.
Acontecer de lo impensado
Diálogos ayer interrumpidos, de saberes,
de posibilidades de ocurrencias muchas…
De historias inconclusas por contar.
De letanías remedo repetitivo de lo ya acaecido que regresa.
¡SIEMPRE!
Ocurre, porque ocurre, entonces:
Desplegar de alas sedientas de infinito
Aceptación sin renuncia de otredades tantas
De reinvención de identidades.
¡¡Acontecer!!
Conjugar del yo siendo NOSOTROS.




Estados de ánimo


Les dije solemne:
En este pulsar de la vida
coleccionamos agujeros negros.
Lo hacemos para sumirnos, sin asumirnos.
Entonces, me miraron con esa indiferencia
presente desde siglos en espera
que nada admite.


Se amontonan los decires
Esforzándose en calificar como sentencia.
Es, entonces que, la palabra no dicha
Adquiere su mayor significado, su onomatopeya.
Cómo no decirte que me he atrevido a acontecer,
hurgando en los recuerdos
ese ademán que reemplazó, sin esforzarse
la palabra innecesaria.


Estoy llamando desde adentro
a tu puerta.
El zarpazo de un cactus milenario
desgarró el velo de mis mayores certezas.
Instalándose, entonces
la primera duda madre de toda respuesta irredenta.

***

Luis Ángel Rodríguez (Lima, 1981): Murió el 9 de setiembre de 2009. Poeta, performista y divulgador del anarquismo. Estudió literatura en la UNMSM. Editor responsable (e irresponsable) del periódico anarquista Desobediencia y del fanzine El Sol Negro de la Anarquía.  Suelen decirle Lutxo Desobediencia.



Regicidios

A la mañana siguiente
descansó el rey y su séquito.
Solo los ventanales inquietos
y las hojas de los árboles apresuraron su movimiento.

También el esclavo posibilitó su desplazamiento
agrietando las secas paredes de su celda.
Afuera los rayos solares descansaban
sobre los pétalos de las rosas.

También la muchedumbre retorcida descansaba,
solo algunos afilaban sus espadas inquietas.
Avanza la tarde estremeciéndose.

En el palacio, un minúsculo dolor en la espalda real.
Por el pueblo, una cabalgata de guerreros sin ley.
A la entrada, tres mil estocadas a la defensa leal.
En el palco real, algún  puntillazo mortal a la espalda del rey.



Amoracracia

Sinceramente acremente veleidosamente
te estrellaste entre mis ojos
entonces
aceleraste la marcha hacia mis caóticos labios
y serpenteaste
en mi lengua
leguas atrás
buscando
mi corazón
con alas de libertad.



Ayer es hoy

Aquí antes yacía
un hombre.
Aquel que fue inventariado.

Como en todas las cosas, los hospitales y los estereofónicos.
La idea es yacer. Provocación...
Entiende las palabras del poeta quien malabarea con la gravitación
de las entelequias, con los roces de las putas,
con los guiños maliciosos de los astros.
La noche dice mucho
de lo que somos...
Somos algo incomprensible.

La idea es beber de nuestra propia sangre.
Jugar podría ser de buena fe.
La caótica estirpe de los que no vuelven
para no volver
jamás.
Porque ya ni la sangre importa.




Sabía volar

Solo regresaré
para aumentar y corregir
que dos lenguas coquetas
inventan un amor.






Vamos a incendiar la pradera


Atacaremos
al filo de la medianoche.
Tu sonrisa de princesa.
Tu cintura de diosa
entre mis manos de fuego.
Cargaremos pétalos, ladrillos
y fósforos.
Encenderemos los vetustos faroles
con la cola de la salamandra.
Nos cercioraremos de la implacable
presencia del tiempo,
tan cruel,
aprisionando nuestros deseos.
Tus rodillas como sutil revelación.
Corriendo como locos,
vaticinaremos
las cenizas de tus ojos.
Su brillo nos alcanzará y
Nos iluminará en la penumbra.

***

Luis Ugaz G. : Libertario de Piura (norte del Perú). Ha colaborado con periódicos ácratas de Lima. Se dedica a proyectos audiovisuales. Perpetrador de Nadja, revista de imágenes y palabras.


I

Caer como los lobos
Llegan al encuentro de la noche
Y el enorme rumor presente bajo la lluvia
Hablo de tus ojos para mi danza fúnebre
Caigo en recuerdo ardiente y vacío
Habitando un espectro que no soy yo
Comiendo de la noche solamente
Para llegar a la noche
Hablo también de tu cabello de agua
Que calma mi sed profunda
Y se escapa entre mis manos,
No hablo de ti porque no te conozco
Digo tan solo la luz de tu vientre
Nombro valles y playas dulces
Donde caigo refugiado y duermo
Soñando mis dedos entre tus dedos
Abrazos como caballos desbocados
Sobre la hierba virgen
Que recrea nuestra inútil fantasía.



II

Cruzo la tarde me deslizo al laberinto de formas
Al centro mismo de la nada que espera
Desde siglos con los brazos abiertos
Madre asesina que no tiene boca ni gestos
Avanzo sobre tu gran mano de humo denso
Siento la piel cegando de luz mis ojos
Que ya no son mis ojos mis labios cansados
Solo tendrán palabras como ríos que conducen
A peces imaginarios hacia un mar dorado
Cruzo la imagen de un desierto de silencio
Lluvia de sombras, por qué a mí en esta hora
De la sinrazón, del despertar alejado del nombre
Música que agita la marea corazón desbocado
Alondra caída alas derretidas al sol de verano
La nada no es la crucifixión que hemos conocido
Una llave en la puerta abierta de la desesperación
La nada golpea justo al final del poema.




***



Pavel Ugarte Céspedes (La Convención, 1985): Estudió Antropología en la Universidad Nacional de San Antonio Abad (Cusco). Ha publicado Amor azul y ocho romances finales (Jamás Kallados Ediciones – 2006) y diversas plaquetas independientes de posición contestataria y compromiso social.




Nervadura del retorno

En la pena del que todo lo deja vuelvo,
relojes tripulan el acorde diario
y llueven arpas en copas de árboles elevados
anticipando luz en este laberinto esmeralda,
el excedente natural de la mirada
no permite heredar apatía, cuando
pulidos en la breve purificación de la mañana
yacen insepultos los glaciares hollados por la fiebre.

Regreso en el crucero de obsidiana
para imaginar el sexo de las sirenas
en deltas fluviales
donde el verde a decenas
siembra estelas cálidas
al frisar de riveras,
expuesto a la muerte y la belleza
placen añoranzas
enfilándose pedestales,
ramajes comulgando en aguacero
sin temer al tiempo
ni a embalses narcóticos
por las metáforas del arte
que reconcilian mi pasado remoto
con la danza de elementos naturales
dejando huellas cardinales
quebradas y laderas genuflexas
al beso del sol desde su anda celeste
eco de mi primer llanto
en el dolor purísimo de esta nostalgia.



Amor azul

Sin más papel ke tu cuerpo
sin más tinta ke el recuerdo
te busco en el pasillo
te busco…
como se busca al sol en invierno
alejando todo lo cuerdo
te encuentro y me pierdo
no hay secreto tan secreto
y eres real en lo incierto,
Manikí de mis vitrinas
sueño en ojos abiertos
charco en la mirada
lo mejor de mis desaciertos
hada en un cuento sin hadas
magia verdadera
presente futuro historias pasadas
la última y la primera…
voz al otro lado del auricular
la Dalí de mis sentimientos
duda y certeza en mi procurar
ventana a las calles de otra ciudad
las letras de un ebrio en su necedad,
cuchicheo a mi espalda
olorosa ansiedad
piernas entre un cadáver
ke juega a vivir sin poder respirar
primer llanto al nacer
vallejiano dolor
así eres tú
así soy yo
así me hace escribir el amor
porke eres tú, amor azul…
Ens reale (ser real)




Las estrellas están cayendo
y son como mil estrellas fugaces
son mil deseos
y en todos ellos apareces tú.
Fuegos artificiales…


 ******

José Ronald Vásquez Sánchez: Activo libertario, originario de Cajamarca. Ha participado en movidas culturales gestadas en varios espacios de Lima. Colaborador permanente y solidario de todo proyecto cultural y social ácrata. Estudió filosofía en la universidad Antonio Ruiz de Montoya.


Ángel azul

Apareciste como un  ángel azul
A plena luz te empecé a devorar a besos
no pudimos resistir nuestra forma de sentir
nos rendimos entre la noche fría.

Solo estabas tú y yo
la Luna Llena tuvo que mentir.
Soñando te esperaré
el melancólico amanecer, rendición que puedo hacer sin ti.

Ángel azul te busqué.
El recuerdo me quemó el corazón por tu amor.
Sin tu amor dulces lágrimas lloré después,

Olvidé la pasión y el suspiro que quebró tu voz
ángel azul sombras y almas cenizas del amor
un dolor solo por ti que corre por las venas
 No hay razón.
No pude distinguir tu forma de fingir
pero desde el mismo infierno vi que sí.



Falsa ilusión

Nos entregamos  en cuerpo y alma
Di todo por ti di todo por los dos
Soñamos en una naturaleza pura
Observando la felicidad eterna.

Pero en un amanecer negro
Recuerdo aquel cielo gris
Cuando  al despertar  con tus ojos
Dulces pero con melancolía

Me dijiste que te marcharías
Que te marcharías de esta celda
Que no soportabas la falsa ilusión.


Volante de apoyo a trabajadores textiles.



 ***




Sebastián Verdú Elías: Nació en la ciudad de Nesher (Israel) en 1980 y murió de un paro cardiaco en Lima el año pasado. Él casi no fue un activista político aunque se reivindicó como libertario. Escribió algunos poemas que nadie leyó.


Ladrido de perro

El poeta ha muerto
de un ruido que ha sonado a balazo,
nadie ha gritado, nadie ha llorado.

El poeta ha muerto,
lo ha matado de un golpe la indiferencia,
dejando la hendidura de su alma
como pisada de buey.

El poeta ha muerto
como yunque, después de 30 años
de golpes, así ha quedado.

El poeta ha muerto
con la certeza de muerte tras él.

El poeta ha muerto
sin recovecos, sin soplo, sin viento
sin ladrido de perro.



400 golpes

               para yuthmy

Corre corre niño
Y deja atrás tus penas
Corre corre niño
Y deja atrás tus huellas
Tus pasos azules que
No se tornen fieras
Da un salto abraza las estrellas.

Tus ojos centellean
Eres como un pájaro
Que deja huellas en la arena

Corre corre niño
El céfiro te envuelve
Hasta la médula
No te esfuerces niño
Solo deja atrás el cuerpo.

Tus ojos albergan
El célico espacio
Donde muchos solo chapotean
Corre niño y deja atrás tus penas.


Avalancha de emociones   


Avalancha de emociones
inundan un claro llano
la orilla donde me descansan los pecados
me ha visto pasar una y otra vez.
Ya me encontrarán los puercos
que rechinan en pose supina
Mientras que a sudor de piel
grito: ¡Dejadme solo!
Tendido veo pasar
las olas que tragan con ferocidad
los recuerdos con los que ayer dormí.



Tablada de Lurín, al Sur de Lima





Preludio de calma _ innecesario


Acallar la tromba de voces sin recetario magistral es primera noche
de quietud.
De quietud que va tejiendo orfandad en torno suyo y por su lado
izquierdo –que no sangra–  le caminan las hormigas.
Van acompasadas por el latir de su pecho lanzando arrebatadas
Muecas que se inyectan en la pendiente de la vida.
Aquella vida que se desborda por su costado más permeable que
 de tantas manoseadas exige su virtud.





 ***




  
 Jamirozen: Poeta, músico de hardcore, suele recitar sus versos de memoria en eventos literarios (por ejemplo, en el homenaje por los 100 años de la publicación de Horas de lucha, de González Prada, en la “Estrella del Perú”). Ha colaborado con periódicos ácratas de Lima y con fanzines de poesía.


S/T

ahora tú te eskondes en esta ciudad turbada de manifestaciones
tu sonrisa se convirtió en parte de este paradisíako raskacielos 
éramos los mokosos ke nunca se kansaban de jugar
y ahora solo somos esperanzas muertas para los problemas de kienes nos
                                                                                              (vieron krecer
rekuerdas kómo nos temían
ya no hay respeto
y las paredes ahora llevan nombres ke ni sabemos pronunciar
sigamos deambulando en  este estado civil el ke se supone ke nos                                                                          
                                                                                        (korresponde
solo para hacerles kreer ke vencieron
ke el tigre perdió los dientes y se convirtió en gato
techero
austero
totalmente
ingobernable
kansado de mendigar lo ke a todos y todas korresponde
ahora sí doy por sentada mi denuncia
a partir de este momento no habrá más lamentaciones ke perder
ni un minuto de silencio y una vida de kombate
aunke tú no kieras salir de este urban klub inventado
así komo todo lo aprendido en el kolegio la iglesia y el estado
porke si tú me conocieras en las noches tibias y olvidadas
bajo el kolor rojo de mis ojos huirías de mí a esconderte
adonde ya ni yo poso mi mirada
y ya sea aun así ni ganas me entra de joder
olvidemos entonces ke alguna vez anduvimos
o ke solíamos rekorrer los más viejos putos bar pop de la av la marina
o kuando me esperabas parada en la eskina
mientras yo iba y venía kon bolsas de dos chekes
comportémonos entonces komo dos buenos enemigos
y ke no te duela mi sangre derramada
porke a mí la tuya no me vale nada


***



Stephany Calderón Ache (Lima, 1991): Estuvo involucrada desde temprana edad con las artes, la música, en especial la poesía y el punk. Librepensadora, interesada en lo invisible y las excepciones (incluso dentro de las excepciones).


En algún lugar donde las utopías nacen de noche


¿Quién sabe cómo es andar con las sombras
amarradas a las extremidades
impalpables del alma?
Conservar  una esencia peligrosa escondida en
no sé qué lugar,
pero que late.

En el florecimiento de un cisne interrumpido
me siento y juego con las luces
que me encuentro
mis dedos saben de mis años,
Y los años han sido lo que son:
Esta cara, estos ojos…

Las piernas están cansadas y sin embargo
no se quieren doblar,
porque han pasado
mil tormentas y no se doblan.
Y si se doblan se vuelven a parar:

Han tenido que ser tercas,
han tenido que ser rebeldes
por eso su guardia
ya es razón de fiesta
de la herida.

Mas las cortinas de las muecas
los ojos del tiempo
ven pieza por pieza
la intensa masa que danza a la huida
de su apagón,
guardando el número de la mala carta
al ingenio del desesperado lunar observatorio.



Más allá

Soplar un momento para perdurar otro,
como el vaivén de un péndulo que
espera su otro hueco.
El tango de la poesía me saluda otra vez.
Esta vez, no me pide nada...

La inspiración, esos ojos de nubes,
corazón infinito.

Foto de Juan F. Galindo



Sucio policía



Abusador de poder

demostrando que solo tienes ganas de joder
sabes perfectamente que no te haces querer
ni eres el ejemplo a seguir
dejando libres a los ladrones
metiendo presos a los inocentes
causando lágrimas a los pobres
la corrupción te utiliza como su mascota
para que luego se burle en nuestras caras
pero pronto las minorías saldrán a pelear
y a luchar por los hermanos caídos
así que tu alegría y conveniencia se esfumarán
para que se cumpla nuestro plan
caerás sucio policía
la justicia la representamos nosotros
para que luego iniciemos un mundo mejor
donde vivamos juntos como hermanos.


Walter Alexis Velásquez Mendoza. Estudiante de Periodismo en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Ha participado en distintos eventos poéticos como el Slam de Poesía oral del colectivo Reporteros Infiltrad2 y edita la revista Poliantea. Ha colaborado con revistas internacionales como Ibídem (México), Historias Pulp (España), Demencia (Colombia), Liberoamérica (España), Cinosargo (Chile) y Perro Gris (Argentina). También ha participado en antologías poéticas como El Dolor de la Tinta (Verso Azul-Perú), El Mar No cesa (Ángeles del Papel - Perú) y Alas al Alma (Escrito en Mayúscula - España).