“No creo que haya un poeta que se ponga a escribir de
manera premeditada con la intención de hacer poesía política. El poeta escribe
por necesidad de hacerlo”. Entrevista a Julio Carmona
1.
¿Para usted
existe verdadera crítica literaria en el Perú o todo queda entre amigos
literatos que no se tocan ni un pelo?
La pregunta
engloba a solo dos opciones en que se acostumbra encasillar a esa acción
extraliteraria llamada crítica, y que,
en realidad, es uno de los estudios que —junto con la teoría y la historia
literarias— conforman la ciencia de la Literatura. La primera de esas opciones
ahí sugerida es la que suele llamarse también “crítica oficial”, que la
detentan muy pocos y se manifiesta en los diarios grandes (El Peruano, El Comercio, La República) ejercida por escritores o
personas ligadas a la literatura, con cierto rigor académico, aunque con
criterios personales más bien dependientes de la visión que el orden
establecido tiene de la literatura, es decir, el canon occidental. Y la otra opción
insinuada en la pregunta (la menos seria) es la del reparto de elogios entre ciertos
escritores. Pero, en mi opinión (y al margen de la ciencia literaria), hay la
crítica que ejercen (o deberían ejercer) todos los lectores, como expresión de
los gustos de sus respectivas clases sociales. Y esta es una crítica que ha
empezado a visibilizarse en los medios masivos de comunicación: las redes
sociales. Es una crítica que no busca imponer un modo de ver a la literatura
como algo absoluto, sino con una función opinante, en lugar de sentirse vinculada
con posiciones preestablecidas.
2.
En España
abundan los premios literarios, y en el Perú no ocurre así, apenas el Copé se
ha consolidado como el más importante para poetas y narradores. ¿Qué tanto pesa
un premio en la obra de un escritor?
Yo creo que
sí son importantes los premios literarios, pero como estímulo para el
desarrollo de la vocación literaria. Por tanto, deberían enfocarse con límite
de edad, solo para jóvenes (qué sé yo: hasta los treinta años, por decir). Sin
que tengan un objetivo consagratorio. Pues suele ocurrir que muchos de los que
son favorecidos, pasados los años, no vuelven a persistir sobre el mérito
resaltado. Esto indica que la obra de un escritor se realiza al margen de los
premios y, casi siempre, a pesar de ellos.
3.
¿Qué
significó para usted quedar en segundo lugar en el concurso El Poeta Joven del
Perú en 1976?
Al responder
a la pregunta anterior, se me vino a la memoria ese concurso. Que, si mal no
recuerdo, justamente ponía el límite de edad de treinta años. Y que además
tenía el prestigio de premiados anteriores con obra sostenida. Yo siempre he
mantenido un perfil bajo respecto del “título” de poeta. Nunca lo he puesto como
un antocalificativo. A final de cuentas, “cada quien corta su palo y sabe cómo
lo carga”, por encima de que se le reconozca o no la calidad de poeta. En esa
época yo pasaba por una situación pecuniaria crítica. Pero quería hacer de la
escritura mi “profesión” principal. Sin embargo, no tenía la herramienta
necesaria: una máquina de escribir. Con el premio pude comprarme una, que me
acompañó por muchos años. Y con ella ejercí dicha profesión no remunerada. Como
hasta el día de hoy, aunque ya sin ella. Ergo, los premios deben servir para
eso: estimular el trabajo literario de los jóvenes.
4.
¿Cómo se
vincula e ingresa al Grupo Intelectual Primero de Mayo en 1972?
El Grupo Intelectual Primero de Mayo fue una de las
experiencias más importantes en mi formación literaria. Nunca antes había
estado vinculado a algún grupo (ni siquiera de deportes). Siempre he
considerado que, como ha de haberle ocurrido a muchos, la vocación literaria es
algo individual, aunque no individualista (porque sus raíces brotan de la solidaridad).
Pero su ejercicio es personal. Sin embargo, para que esas raíces solidarias no
se marchiten, con el paso de los años es bueno enlazarlas con otras. Debo decir
que, ya desde antes de ingresar al GIPM, yo practicaba esa solidaridad mediante
la declamación en eventos populares, y, asimismo, había ido adquiriendo una
formación política ligada al marxismo. Lo que me permitió el ingreso al GIPM
fue asumir esa visión solidaria de una manera orgánica. Y con una visión de
clase mucho más acendrada, gracias al magisterio ejercido por el director del
Grupo, el poeta proletario Víctor Mazzi Trujillo.
5.
¿Por qué cree que grupos literarios como Primero de
Mayo y Liberación (de Talara) han sido ninguneados e invisibilizados por el establishment literario y los críticos
literarios? Lo mismo pasa con determinados escritores que no son considerados
por la oficialidad literaria
Bueno, ocurre por lo común, que los escritores —que
casi siempre se empiezan a serlo de muy jóvenes— no tienen vinculación con la
política. Y casi siempre se piensa que la poesía no tiene nada que ver con la
política. Y algunos mantienen esa visión durante toda su vida. Por lo tanto,
desconfían de los que piensan lo contrario: que si bien la poesía no tiene que
ver con la política, esta sí tiene que ver con los poetas. Y es obvio que la
poesía no se escribe sola, sino con el poeta, y este no puede fácilmente
desprenderse de su ser político, y, quiera o no quiera, en sus poemas va a
estar presente su visión del mundo que es la visión de su clase social, y cuyos
intereses políticos expresa, digo, quiera o no quiera. Ahora bien, el poeta que
se empeña en no querer que aparezca en sus versos su concepción política, él
tiene todo el derecho de creerlo así; pero también el otro tiene el mismo derecho
de que, mejor, queriéndolo debe dejar que afloren en sus versos sus
convicciones humanas, sociales, políticas y todo cuanto pueda ser identificado
por quienes lean sus poemas. En conclusión, el sistema socio-político y sus
críticos oficiales alimentan el ego de quienes creen que su poesía (y la de sus
grupos) no tiene nada que ver con la política, y eso hace que tanto esos poetas
como esos críticos les nieguen valor poético a los otros que creen en —y hacen—
lo contrario. Y a aquellos habría que repetirles el verso de César Vallejo: “allá
ellos, allá ellos, allá ellos”.
6.
¿Para usted sigue existiendo una literatura de clase o
comprometida en nuestro país? ¿El Gremio de Escritores del Perú defiende una
literatura comprometida con las causas populares? ¿Qué otro colectivo de
escritores conoce?
Esta pregunta se complementa con la anterior. Que
exista una poesía que refleje la visión política del poeta no depende de este.
Son los lectores los que decidirán si encuentran o no la filiación de clase o
el compromiso del poeta. No creo que haya un poeta que se ponga a escribir de
manera premeditada con la intención de hacer poesía política. El poeta escribe
por necesidad de hacerlo. Y al hacerlo puede ser que “le salga espuma” (como
dice César Vallejo). Y él decidirá si sigue escribiendo sobre esa espuma o se
dispone a “decir muchísimo” (aunque se atolle). Entiendo que el Gremio de
Escritores no es un gremio sindical, tiene, sí, las características de un
Frente Cultural, y, como tal, no puede exigir a sus agremiados que “defiendan
una literatura comprometida”. Lo único que cada uno de sus miembros aporta es
su trabajo literario, el mismo que la institución o gremio, en su conjunto,
defiende siempre y cuando no responda a una filiación antipopular. Es obvio,
que en él no se encuentran poetas aristocráticos ni de extracción burguesa. Y
aun cuando estos se acercasen serían bienvenidos siempre y cuando respeten la
cultura y la poesía que se acerca al pueblo. Por lo que respecta a la última
pregunta, debo ser enfático no conozco ningún grupo que tenga esa impronta de
reunir colectivamente a personas que se consideren trabajadores de la
literatura (salvo alguna que otra agrupación de jóvenes en Piura, como Tertulia
Cero, que, ojalá, siga alimentando ese espíritu de grupo).
7 . Hace unos años, el poeta Armando Arteaga
(presidente del GEP) me contaba que conocía escritores que tenían que vender
sus libros para poder comer. ¿Considera que es apremiante promover una ley del
escritor peruano? ¿En qué sentido un gremio de escritores puede ayudar
eficazmente a mejorar la situación precaria, por decir lo menos, de muchos
escritores peruanos?
Lo referido por Armando Arteaga lo hice yo en mis años
mozos allá por las décadas del 70 y 80 del siglo pasado. Y en ese trajín (junto
a otros compañeros poetas que hacían lo mismo) llegué a la convicción de que
“la poesía no se vende, pero el poemario, sí”. El que se promueva una Ley que
ampare los derechos de los escritores es algo que no le hace daño a nadie. Pero
pedirle eso al Estado es como pedirle peras al olmo. En todo caso, el Gremio de
escritores permite a sus agremiados poder ofrecer sus obras en los diferentes
eventos que promueve. Creo que si esos eventos se realizan con más frecuencia
pueden contribuir a que los escritores tengan un apoyo mínimo.
8 . En Piura y otras regiones últimamente se realizan ferias
de libro, como nunca antes se había visto, ¿pero realmente la gente lee, porque
si lo hiciera no cree que elegiría mejores autoridades?
El hecho de que se realicen ferias de libro no creo
que sea una solución a la falta de gusto por la lectura. Esto tiene que ver más
con políticas de Estado relacionadas con la educación. Seguramente, dichas
ferias constituyan un estímulo que, de otra manera, se seguiría ahondando el
desinterés lector. Pero tampoco creo que este desinterés tenga mucho que ver
con el problema de elegir mejores autoridades. En este caso intervienen
factores crematísticos que manipulan conciencias, y bien sabemos que la miseria
tiende a hacer que la gente sea manipulable. Y otra vez se cae en el círculo
vicioso de ausencia de políticas de Estado que poco o nada quieren hacer por
elevar el nivel de la educación, y que en lugar de superar ese nivel lo
deterioran más.
9. ¿Cómo ve al Perú de estas últimas décadas? ¿Ha progresado
o “progresa a patadas” como una vez dijo un historiador?
También otro historiador dijo que el Perú era un
burdel. Pero todas son frases efectistas o tremendistas que, describiendo el
problema, no lo explican y, menos, lo solucionan. El Perú es un país explotado
por el imperio norteamericano y sus satélites europeos. Mientras no cambie esa
relación de dependencia, podemos seguir preguntando hasta el infinito lo que es
o no es el Perú. Y, como dijo Marx, los filósofos se han preocupado por
explicar el mundo, y lo que importa no es explicarlo, sino transformarlo.
Viejos a la tumba, jóvenes a la acción. La juventud chilena (y la nuestra
también en los últimos años, sin la contundencia de la del país vecino) ha dado
la clarinada. O nosotros exterminamos a este sistema o este sistema nos
exterminará a nosotros.
*Preguntas elaboradas por los poetas Miguel Ángel
Hernández y Márlet Ríos.
30 de octubre de 2019
http://escritoresperuanos.blogspot.com/2008/05/julio-carmona.html |
EL MUNDO AL REVÉS
¿Y si todo fuera al revés:
Que la Tierra es el satélite de la Luna
Que los pobres son los ricos de la Tierra
Que las mujeres son el sexo fuerte
Que los curas enferman
Que las dudas afirman
Que la muerte es la verdadera vida
Que el viento es una piedra y
Que la piedra vuela a hurtadillas
Que Dios no está en el cielo sino en el infierno
Que los ángeles no tienen alas pero sí sexo
Que la poesía es puro cuento
Que los locos son los cuerdos y
Que los libres somos los presos?
Buena entrevista
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