Panorama de la
poesía talareña contemporánea
Y al empezar tu
vida, de reina redimida
recibe de este
bardo su propio corazón,
que también supiera
de tus emociones;
y de tus afanes,
por tu emancipación.
Talara provincia, Pedro Miguel Arrese
Márlet Ríos[1]
Introducción
La poesía
talareña de los últimos años no puede escapar, como no podía ser de otra forma,
de las tendencias contemporáneas de la poesía “oficial”. A poetas ya
consagrados (como el caso de Alberto Alarcón), se pueden añadir las nuevas voces
que buscan un legítimo reconocimiento (v. gr. el poeta y editor Harold Alva). Mito
Tumi, periodista y poeta de la generación del 70, constituye un caso particular,
pues su poesía no puede ser fácilmente incluida en alguna tendencia reciente.
Una característica
de esta época es la desideologización y la cuasi certeza de que los grandes
“metarrelatos” del pasado ya no tienen hoy en día sentido. Los poetas, y la
poesía, no pueden eludir el “espíritu de la época” (aséptica, hedonista,
frívola, a prueba de ideologías y apolítica). No obstante, no nos detendremos
para deducir a quiénes favorece principalmente este ambiente de incertidumbre y
frivolidad.
Antecedentes
históricos: “Liberación” y los poetas petroleros
En su conocido
trabajo sobre la poesía obrera anarquista de las tres primeras décadas del
siglo XX, Gonzalo Espino Reluce[2] nos
habla de un circuito cultural alternativo –impulsado por los propios
trabajadores– al establishment cultural consagrado. De esta manera: “La
producción cultural de los trabajadores de comienzos de siglo tenemos que
examinarla como un fenómeno alternativo al modo oficial de hacer cultura
durante la república aristocrática (…). Los trabajadores, buscando salir de su
situación de explotación y miseria, avanzan en la formación de una conciencia
proletaria y en este proceso, como elemento intrínseco e indispensable,
realizan una intensa acción cultural (...)”[3].
Le corresponde a
Emilio Saldarriaga García, conocido como “El poeta mayor”, el notable impulso
para sacar adelante una revista literaria que se ha vuelto legendaria.
“Liberación”, cuyo primer número data de julio de 1956, tenía un propósito no
muy distinto a los fines de los obreros libertarios de comienzos del s. XX. Sin
embargo, el referente ideológico principal para Saldarriaga, director literario
de la revista, ya no era Manuel González Prada sino el Amauta José Carlos
Mariátegui. Son elocuentes las palabras de presentación del primer número de la
publicación: “Quienes alimentamos en nuestro corazón la semilla de la inquietud
no podemos permanecer inactivos, y por eso, es que salimos con la lanza al
ristre y el pecho descubierto a explorar caminos, a escalar montañas y a
escrutar nuevos horizontes en los mares de la vida, quitando los obstáculos que
la incomprensión o el pesimismo colocan en las rutas del progreso cultural del
pueblo”[4].
Alrededor de
“Liberación” se van a congregar poetas talareños como Eusebio Arias Vivanco,
Danilo Valladares, Agustín Silva Ancajima, Juan Palacios Moscol, Eduardo Farro
Castillo, entre otros. Se trata de una poesía con ansias de reivindicación
social y de cariz proletario, netamente arraigado en suelo talareño. Veamos un
fragmento del poema “Perforador comiendo mango”[5],
de Eusebio Arias Vivanco, obrero petrolero y sindicalista:
Da mucha risa mirar
al perforador hermano
con sus dos manos
marrón oscuro
comer su mango
que no es oro amarillo
sobre fondo verde.
Más risa me da
el Quijote amigo
y sus caballeros espigados
¡Ay! Ilusión del libertario,
querer pelar el mango
en la cornisa de un castillo;
y arrojar las cáscaras al mar.
Las luchas
reivindicativas de los trabajadores norteños durante las tres primeras décadas
del siglo XX, en el contexto del Estado policial y de predominio indiscutible
de la International Petroleum Company (IPC), la cual inicia sus actividades en
1915[6],
serán plasmadas en los poemas del grupo “Liberación”. El ejemplo imperecedero
del mártir proletario Alejandro Taboada Crisanto no podía ser dejado de lado. “Elegía
a Alejandro Taboada”, de Emilio Saldarriaga, es un texto emblemático:
I
Naciste astro revolucionario
bajo el sol piurano,
tus miradas de hombre
por mi tierra,
te lavaste tus manos de titán
con petróleo,
y empuñaste la defensa
del obrero
en tu verbo proletario.
No obstante, una vena lírica pronunciada y una voz intimista pueden ser apreciadas en algunos poetas de “Liberación”. El poema “Llorar”, del profesor Agustín Silva, es un ejemplo concreto de ello:
Mis órbitas ya resecas por el frío,
mendigan un llorar como del cielo;
y entre la muchedumbre loca de cansancio
llega un alma y hace lluvia con sus ojos.
El alma que ha venido a llorar junto conmigo,
tiene música de amor y tristeza;
y entre la muchedumbre loca de alegría,
es el único llorar que no ha muerto.
Es menester
mencionar la voz lírica de Lina Burneo Seminario, nacida en Lagunitos, también
miembro de “Liberación”. Está considerada la primera figura de la poesía
femenina de la provincia de Talara. De aliento dolorido e intimista, su poesía parece
interpelar la soledad inherente al ser humano (v. gr. en el poema “Tristeza
absurda”):
Tristeza absurda de saber que existo
como una piedra más en el camino;
con rodeos me evitan los que pasan
y no se acerca nunca el elegido.
Tristeza absurda de mirar que vivo
como una golondrina sin alero;
y angustia de soñar desde la nada
con alucinación de pordiosero.
El contexto sociocultural en el que se
inscribe la aparición de “Liberación” está marcado por grandes cambios sociales
y el surgimiento de nuevos actores políticos y sociales en el escenario
político peruano (el Movimiento Social Progresista, la Democracia Cristiana,
movimientos campesinos, organizaciones de la llamada Nueva Izquierda como el
MIR, surgido a partir del Apra Rebelde, etc.). En 1956 terminaba el ochenio del
general Manuel Odría, cuyo régimen se caracterizó por la represión y
persecución de opositores políticos (el Partido Comunista y el Apra). Con el
régimen democrático de Manuel Prado Ugarteche, conocido como el “último
oligarca”, se inicia un periodo de apertura democrática y eclosión social (la
llamada “Convivencia” aprista es un epítome claro de este periodo). Los poetas
no podían mantenerse al margen de este contexto sociopolítico y son urgidos a
participar. De esta manera: “Un enunciado vivo, aparecido conscientemente en un
momento histórico determinado, en un medio social determinado, no puede dejar
de tocar miles de hilos dialógicos vivos, tejidos alrededor del objeto de ese
enunciado por la conciencia ideológico-social: no puede dejar de participar
activamente en el diálogo social (…)”[7].
Alberto Alarcón y la influencia de Primero de Mayo
En julio de 1956 también se funda el Grupo
Intelectual Primero de Mayo, integrado por poetas de extracción proletaria como
Víctor Mazzi Trujillo, Eliseo García Lazo, Leoncio Bueno, entre otros. Alberto
Alarcón se uniría al grupo varios años después. Es sintomático de este periodo
que algunos poetas de “Liberación” también hayan integrado el Grupo Primero de
Mayo, tal es el caso de Eusebio Arias Vivanco y el mismo Emilio Saldarriaga.
Era apremiante reivindicar una poesía proletaria, de clase. Tal como lo indica
Víctor Mazzi Trujillo en una entrevista dada a Félix Huamán Cabrera[8]
en 1986: “(…) los
creadores de esta literatura [proletaria]
son elementos de extracción obrera, –sus primeros integrantes
fueron de extracción obrera–,
más tarde se abrió la posibilidad de los escritores que adoptaban una posición
proletaria. Hay dos sectores que la conforman: los escritores de extracción
obrera y los escritores de posición proletaria. Cabe mencionar algunas figuras
para dar una idea de esto, tenemos en primer lugar a Alberto Alarcón, en
segundo lugar a Julio Carmona, en tercer lugar a Artidoro Velapatiño y otros
más que sería largo enumerar de los cuarentaidós integrantes. Todos ellos
hicieron trabajos de obreros en su mocedad, pero llevados a mayor estudio
ingresaron a las universidades y optaron títulos profesionales, esto no los
desmerece de una posición proletaria (…)”.
Nacido en 1949, Alarcón Olaya es hoy en día
el poeta más representativo de Talara. Fue obrero de construcción en su
juventud. Es autor de Puño en la Niebla, El Viento en los Cerrojos, Poesía amorosa, Panorama de la poesía piurana, etc. Con el poemario Vestiduras de fuego (1975) obtiene el segundo puesto en el concurso Poeta
joven del Perú. La poesía de su primera época posee sobre todo un fuerte
contenido social y reivindicativo, común a los otros miembros del colectivo
Primero de Mayo. Su poema “Biografía” contiene elementos autobiográficos y
referencias a figuras históricas del movimiento obrero de Talara (los mártires Alejandro
Taboada y Martín Chumo):
Nací
viendo esos barcos extranjeros
bambolearse
en mi mar ya sin gaviotas;
mi
barrio era un canchón de vigas rotas
donde
ardía el candil de los obreros.
Mi
cuarto olía a cal y en sus maderos
yo
escuchaba los muertos de las brocas:
iba
aprendiendo sus llamas ya remotas,
su
alta sombra, sus nombres petroleros.
Mi
padre, en voz muy baja, nos contaba
de
Alejandro o Martín, y en su garganta
llameaba
un mascarón de furia entera.
Alarcón,
homenajeado en setiembre último en Lima, en el
II Festival Primavera Poética 2014, es dueño de una poética ya reconocible y de
un registro variado. Hay un tono elegiaco e insondable en algunos de sus poemas
(v. gr. en “Nave de invierno”):
Me
acompañas, tristeza, me acompañas,
con
tu corte de símbolos: ayeres,
gaviota,
muelles lánguidos, mujeres
y
un cuarto abandonado con arañas.
Sin
embargo, tristeza, no me dañas.
Te
busco en la penumbra tal como eres.
¿No
es hermoso soñar que me prefieres
a
los tantos poetas que acompañas?
Otros poetas contemporáneos
de Talara
Harold Alva Viale, nacido en El Alto, en
1978, es un afanoso poeta que también se dedica al trabajo editorial. Ha
publicado varias obras, entre ellas Firmamento (1996), Morada y sombras (1998), Antes de abandonar la sombra (1999), Literatura de Piura (2006), Ciudad desierta (2012), etc. Tal como lo indica el profesor Julio Bernales
Córdova: “Se aprecia en su lírica la candidez de sus sentimientos que aparecen
nítidamente en cada verso (…)”[9].
Un desborde intimista es evidente en el poema “Mi amor”:
Mi
amor es más fuerte que la fuerza,
Mi
amor es más inmenso que la inmensidad
Y
el amor que por ti siento
Es
dulce, es risueño, es armonioso.
En “A tu partida”, otro poema de Alva, el tono elegiaco e introspectivo es
más que evidente:
Solo
me queda tu fascinante mirada
en
mi abatido corazón.
Solo
me queda el recuerdo
del
sonido de tu voz
haciendo
eco
en
los rincones de mi alma.
En un libro del 2012, Ciudad desierta[10],
donde predomina la prosa poética, Alva parece proseguir deliberadamente por la
misma ruta de sus primeros libros: “Puedo detenerme toda la noche a mirar el
mundo desde tus ojos Lo sabes: y si los
cierras dejaría de verlo pero no de recorrerlo (…)”.
Desde nuestra perspectiva, poetas más
diestros y cuidadosos en el trabajo poético son Mito Tumi, nacido en 1951, y
Houdini Guerrero, nacido en 1965. El primero radica en Lima desde hace varios
años y se dedica al periodismo. Es integrante de la generación del setenta,
junto con su contemporáneo Alarcón. Su poema “Obertura” logra un equilibrio
inusitado entre lirismo y referencias extrapoéticas (la crónica urbana):
A
nosotros nos persiguen los afiladores de cuchillos.
Era
el ardor de marzo cuando la primera vez.
Música,
pasto y un tronco bastaron para el inicio del amor.
También
el parque circular donde un loco nos miraba,
mientras
el viento detenía su entusiasmo sobre tu boca.
Houdini Guerrero es un poeta y narrador muy
activo en Piura, donde se dedica a la enseñanza. Ha sido Premio Regional de
Cultura en 1996. Dirige la revista Siete
Vientos, la cual difunde el quehacer
lírico de escritores de la región norteña. Tiene un libro sobre el mártir
petrolero Alejandro Taboada, Alejandro, publicado en 2006. Es autor de Para
cerrar los ojos de Dios, Luna entre las ramas, Los que perdieron te
saludan, etc. Para el profesor Bernales Córdova: “Es un escritor que viste el
lenguaje con sus mejores galas para expresar su idea creativa, sus
sentimientos, sus emociones (…)”[11].
No podemos dejar de mencionar al poeta Rigoberto Meza Chunga, nacido en Talara, en 1942, autor de Dodecaedro.
A manera de conclusión
Este breve panorama termina señalando que los
poetas talareños son también interpelados por los hechos y fenómenos políticos
y sociales de las dos últimas décadas (crisis de los partidos políticos,
régimen de Alberto Fujimori, proceso de liberalización económica, debilitamiento
de los sindicatos, violencia política, etc.). En algunos casos, hay un
compromiso manifiesto con un proyecto
político autoritario, no obstante esto será tema de otro texto. Un poema de
Carlos Orellano es un ejemplo concreto del impacto del devenir político y
social del país en los poetas norteños:
A Talara
Aquí
estamos, hermano pueblo de Talara
aquí
estamos y ya nadie nos para
cuando
decimos con emoción
que
ahora tú representas a la Nación,
cuando
dices ¡NO! a la Privatización
ni
al alquiler ni a otras formas de concesión
aquí
estamos los poetas para decir contigo
¡Sí
a Petroperú, No al entreguismo!
Bibliografía básica
ALVA, Harold. Ciudad
desierta. Lima, Summa Editores, 2012.
BAJTIN,
Mijail, Teoría y estética de la novela.
Madrid, Taurus ediciones, 1991.
BERNALES CÓRDOVA,
Julio. Emilio Saldarriaga García. El
Poeta Mayor. Talara, 2004.
BERNALES CÓRDOVA,
Julio. Muestra antológica de la poesía en
Talara. Talara, 2005.
CHAPILLIQUÉN
CHAPILLIQUÉN, Baudilio. Compendio
histórico de Talara. Talara, Petróleos del Perú, 2002.
SUYÓN
SALDARRIAGA, Félix. Ensayo monográfico de
Talara. 3 ª edición, Piura, 1987.
Pelícano en muelle de Los Órganos (Talara) |
Del blog http://huesohueso.blogspot.com/2014/01/talara-tierra-de-pacazos.html |
Pacazo en Plaza de Armas de Catacaos |
[1] Nació en Negritos
(Talara) en 1976. Poeta, ensayista y editor. Ha publicado La balada de
Crates y otros poemas (2010) y Como barca encallada en la arena (2014).
Colaborador de revistas literarias locales y del extranjero. Editor de La Comuna y Anarkopoiesis. Traduce poesía norteamericana.
[4] Véase: BERNALES CÓRDOVA, Julio. Emilio
Saldarriaga García. El Poeta Mayor. Talara, 2004, pp. 26 y 27.
[6] Véase:
CHAPILLIQUÉN CHAPILLIQUÉN, Baudilio. Compendio
histórico de Talara. Talara, Petróleos del Perú, 2002.
[8] Véase el blog de su
hijo, Víctor Mazzi Huaycucho: http://entrevistasvictormazzit.blogspot.com/2011/11/la-gesta-y-fundacion-del-grupo.html
que bello paisaje y obra del autor que quedo en la memoria del pueblo talareño
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