“La sociedad peruana es profundamente autoritaria y jerárquica. Ser libertario es enfrentarse a esta realidad”
Conversamos con el poeta y editor Márlet Ríos, a
propósito de la aparición de La lira
rebelde libertaria (Editorial Anarcrítica, 2015), libro prologado y editado
por Ríos. El libro de marras es una breve muestra de poesía hecha por
anarquistas peruanos (¿no estaban todos muertos ya?). El poeta es un hombre misterioso
y medio solemne, aunque sabe darse el tiempo para no tomarse demasiado en
serio. Por algo es talareño de pura cepa (de Talara, Piura).
H.H.:
A modo de intro, puedes comentar qué poetas vienes traduciendo, el blog donde
publicas, el fanzine que sacas y con qué periodicidad aparece y desde cuándo
escribes y por qué
Tengo este blog desde hace un par de años (http://www.cerosoccer.blogspot.pe/),
donde publico traducciones que he hecho
de poesía norteamericana del s. XX. Hay
algunas traducciones de textos de poetas de la beat generation, pero no tan populares como Ginsberg. Soy hincha de
la poesía de Carl Sandburg, Gary Snyder, Kenneth Rexroth, entre otros. Rexroth
fue el mentor de Ginsberg y de todos los otros.
De hecho, Rexroth, quien era anarquista, fue el maestro de ceremonias
del recital de poesía en la Six Galery, en octubre de 1955, donde Ginsberg leyó
por primera vez Howl. También
estuvieron ahí Gary Snyder y Michael McClure, entre otros beats. He traducido algunos textos de Gary Snyder,
quien es un poeta budista anarquista.
Desde fines del 2007, vengo editando Anarkopoiesis, que es un fanzine con
ínfulas de boletín literario, en el cual publico textos míos, pero también de
otros libertarios, aunque no necesariamente escritores anarquistas. He
publicado poemas de Gonzalo Rojas, por ejemplo, que es un poeta chileno cuya
poesía me gusta. Él era de izquierda. Además he publicado textos críticos contra el
Estado y sobre sindicalismo revolucionario. Ah, bueno, y algunos chistes de mi tío
Melcochita antisexistas, en la sección de “Humor ligero”.
H.H.:
¿En qué fanzines has participado publicando tus poemas y desde cuándo?
Hay uno, que se llama La City, que lo edita un escritor del barrio clasemediero de
Salamanca, Ate. Sale desde el 2001, aproximadamente. Ahí he publicado poemas
desde esa fecha. Luego, los colectivos
anarquistas son propensos a sacar publicaciones de escaso tiraje e irregular
aparición. He sido parte del grupo editor de periódicos anarcos como Humanidad, Acción Directa, que ya no aparecen. El único periódico anarco en
Lima que subsiste es Desobediencia,
que me ha publicado algunos poemas. Un reciente fanzine que me ha publicado un
texto no poético, sino sociologistoide es Ojos
de papel. Pero poemas míos también han aparecido en revistas de Literatura
de San Marcos y de la Católica, lo cual quiere decir que no solo mis patas y
conocidos me han publicado.
H.H.:
¿Ha influido tu distrito en la escritura?
Claro, Ate-Vitarte es un distrito con una
historia muy rica, de grandes luchas obreras, aunque yo he crecido en la zona
menos proletaria y más pequeñoburguesa, con todos los privilegios que implica. Por
cuestiones ideológicas y porque me apasiona la historia del movimiento obrero,
conozco las luchas de los trabajadores textiles de Vitarte y de otros gremios.
Eran obreros muy cultos; eran poetas, músicos, o sea obreros intelectuales.
Número de julio de 2013, de periódico anarquista Acción Directa. |
H.H.:
¿Cuántos poetas manyas que sean de Ate, y existe alguna relación con poetas y
artistas de otros distritos próximos? ¿Hay una Lima Este culturalmente autónoma
y con identidad definida?
En Ate, los poetas del barrio de Salamanca siguen activos. En el
barrio de Olimpo, al frente de Salamanca, vivió por varios años el insigne
poeta arequipeño Luis Yáñez Pacheco, a quien considero uno de mis maestros.
Tiene 85 abriles y sigue activo, como
los grandes. Gran poeta y excelente maestro. Ahora, salió de Ate y vive en Valle Hermoso,
Monterrico, a pocas cuadras del colegio donde acabé la secundaria. En La
Molina, vive Feliciano Mejía, un excelente poeta y representativo de la
generación del setenta. Con él he coordinado algunos eventos. En Santa Anita,
además viven algunos poetas jóvenes vinculados a la movida hip hop. Del Cono Este también es Paolo Astorga, quien
es un joven poeta y promotor cultural muy dinámico. Era director de la revista Delirium Tremens, la cual publicaba a
poetas de las últimas generaciones.
Foto de Isa Ramos |
H.H.:
¿Has tenido noticias de otros fanzines o revistas autogestionadas sobre
literatura en Ate?
No he tenido noticia. Solo La City sigue saliendo y Anarkopoiesis.
H.H.:
¿Qué espacios culturales vivos existen en Ate y qué tan activos son?
En el local de propietarios de Salamanca,
se organizaban recitales de poesía; luego para el lado de la Carretera Central,
está el Centro Cultural de la Municipalidad de Ate, donde se han hecho algunos
eventos literarios. Hay un bar en Vitarte, cerca a Ceres, donde hace un tiempo
se realizó un ciclo de recitales.
H.H.: ¿Ate ha sido tradicionalmente un distrito obrero
textil desde tiempos de Leguía, el espíritu anarquista qué tan vivo está hoy?
El espíritu anárquico está diseminado y
fluye como electrón libre en todo aquel individuo, ya sea joven o viejo, que siente
que esta sociedad, la peruana, es una jerárquica, autoritaria, sexista, racista
y más tradicional de lo que se cree.
H.H.:
¿Por qué poeta y por qué anarquista?
Poeta, supongo, que por mi temperamento
medio misántropo, individualista y parco. Por algo, siempre me han atraído los
gatos y la música triste y antigua. Anarco me volví en San Marcos, gracias a
gente de la Facultad de Letras, pero esa es otra historia. En realidad, la
sociedad peruana es profundamente autoritaria y jerárquica. Ser libertario es
enfrentarse a esta realidad. Un proyecto autoritario de largo plazo, cuasi
fascista como el de los Fujimori no es fortuito; ha echado raíces por algo.
H.H.:
¿De los poetas muertos a quién devolverías a la vida y de los vivos a cuál desearías mandar a
la tumba?
Devolvería a la vida a Javier Heraud,
asesinado a los 21 años, en circunstancias que todos conocemos; de su grupo era
Edgardo Tello, muerto a los 23 años, en 1965, también poeta. También lo
volvería a la vida. Igual que a Gonzalo Rose y Mariano Melgar. Mandaría al averno
(no al de Quilca) o a freír monos a los poetas que se vendieron como meretrices
en la época de Fujimori. Ahora quieren pasar piola, como si nada, los bandidos.
Luego de que vendieron su pluma de una forma canallesca a un régimen
nauseabundo y liberticida. Carlos Orellana es uno de ellos.
H.H.: ¿Qué opinión te ameritan los poetas asalariados,
aquellos viven de cargos académicos o como agregados culturales en consulados
dorados?
Bueno, siempre han existido los poetas
cortesanos, es una larga tradición. Yo escribí hace un tiempo un poema sobre
eso, en el cual jodo a todos esos poetas burgueses, exrevolucionarios de café y
castristas, que ahora son oficiales, ya están insertos en el circuito oficial,
junto con Vargas Llosa y sus adláteres. El poema se llama “Contra los poetas
oficiales”. Hay una referencia explícita a Hora Zero. En una parte dice:
Vuestros bufonescos egos
aguijonean muchedumbres
anhelantes de pan y circo
Y confortables sinecuras y prebendas
son galardón para tanta aquiescencia
digna de una corte borbónica
Vuestros versos hoy contentan
a la burguesía
al momento de la digestión
H.H.: ¿Crees que la argolla literaria se ha hecho más inclusiva a partir de la irrupción
de Jeremías Gamboa o sigue siendo un
club que se reserva el derecho de ingreso?
La argolla sigue siendo la argolla, muy
decadente.
H.H.: ¿Poetas
como Verástegui o Rosas Ribeyro son todavía referentes o solo fósiles
preservados para la poesía peruana contemporánea?
Sí, para muchos
jóvenes sobre todo de clase media, asiduos de los locales de hipsters
barranquinos. No para mí.
H.H.: ¿La feria del libro es una pantalla de nuestro
analfabetismo funcional como nación? ¿Hay otros espacios para la poesía experimental
más allá de cierto circuito oficial?
La Feria del libro anual es un business redondo para los de la Cámara
peruana del libro y demás compadres. Son
mercaderes salvajes, empecinados en lucrar como macacos. Claro que hay espacios
libres y no contaminados, en algunos circuitos no oficiales y alternativos,
libertarios y no libertarios, de trabajadores, estudiantes, vecinos, etc.
H.H.: ¿Los poetas de
Hora Zero deberían seguir
escribiendo o recitando sus poemas o deberían ya jubilarse?
Son libres de hacer lo que quieran, pero
para mí ya son poetas oficiales, quienes contentan a la burguesía mejor que un anisado
al momento de la digestión. La pequeña burguesía
y su mala conciencia en acción.
H.H.:
¿Qué poetas menores de treinta años estimas como prometedores?
De menos de treinta ahora no recuerdo, pero
hay varios no conocidos. Por ejemplo, Paolo Astorga a quien ya te mencioné.
H.H.:
¿Se puede ser poeta sin una posición política clara?
Creo que no, si vivieses en Suiza o en
algún país del llamado Primer Mundo, de repente. Pero si vives en este país, y
conoces algo de historia del Perú contemporáneo, lo dudo. Así sea de derecha, o
liberaloide, debes tener una posición política implícita. Si el mismo Bayly la
tiene en sus novelas.
H.H.:
¿Qué cerveza tomas mientras escribes?
No me gusta la chela, prefiero ron y chicha
de jora o vino tinto.
H.H.:
¿Con quién no te gustaría sentarte en una fiesta?
Ya no voy a fiestas, pero me hubiese
gustado sentarme al lado de Hugo Blanco. No me gustaría sentarme al lado de
Roque Benavides , Alan García o Keiko.
H.H.:
¿El último libro que leíste lo descargaste o lo compraste en una librería?
Lo descargué, no compro mis libros en alguna
librería nice miraflorina o de San
Isidro. Los compro en el jirón Amazonas, donde tengo una casera que me vende
libros caletas, de ediciones españolas, a dos o tres lucas.
H.H.:
¿Qué hay en el refrigerador de un poeta?
Bueno, yo tengo un freezer pequeño donde no falta al menos mantequilla Gloria y
huevos.
H.H.:
Si pudieras robar un poema de otro poeta,
¿cuál sería?
Ya lo hice, de mi causa Pool Carbajal, que
es un poeta de Los Olivos, de 34 años. Hace unos 11 años le robé un poema de
amor. Y funcionó el poemita, era
corto pero contundente.
H.H.:
¿Cuál es el mejor lugar o momento para inspirarse?
Cualquier sitio es bueno, incluso el
“trono”. O la ducha o sentado en el ómnibus.
H.H.:
¿Dónde te encontramos?
En Amazonas, buscando o vendiendo,
circunstancialmente, libros.
H.H.:
¿A qué edad te diste cuenta de que serías poeta? ¿Uno desea ser poeta o se
resigna a serlo?
Antes de los 25, es un accidente supongo,
un no tan feliz hecho fortuito.
La lira rebelde libertaria. Editorial Anarcrítica (2015) |
La dicha del dinamitero: Visita a un poeta ácrata
8 de marzo, un buen día para visitar a este hombre que es historia viviente. En su época de oro fue militante revolucionario, organizador sindical, periodista autodidacta, obrero y hasta actor de cine. A sus 94 años se le ve tan lúcido en sus ideas y en sus críticas sobre los temas del momento, caso de Ucrania y Venezuela. Este hombre es el poeta anarquista Leoncio Bueno. Al llegar a su casa, en la calle Sucre, Tablada de Lurín, nos da el recibimiento con una gran sonrisa; nos invita a sentarnos y comienza una charla enriquecedora. Nos dice exaltado que hoy 8 de marzo debe ser un día de conmemoración de las mujeres obreras, de esas mujeres que lucharon por sus derechos y que fueron asesinadas en Nueva York.
Ticlio chico (que es como se le conoce a Tablada de Lurín) nos recibe con un aguacero. El clima particular de esta zona de Villa María del Triunfo no es auspicioso para los que sufren de asma y son alérgicos. Un morador legendario de estos suburbios lo sabe muy bien. Su amplio jardín, muy bien cuidado, nos introduce de lleno en el reino del poeta. No se trata de un hombre solemne o tétrico sino de un hombre de convicciones arraigadas que sigue bregando a pesar de las crisis económicas y las embestidas de los gobiernos. Leoncio Bulmaro Bueno Barrantes -su nombre completo- se recupera de una terciana malhadada. Anarquista, exaprista y antiguo militante comunista, posee una vasta cultura, sin embargo, está presto a escuchar con paciencia a sus interlocutores con ínfulas académicas o intelectualoides. Su risa es desbordante, lo llena todo (como en el haiku de Iámei: "Con un solo grito / el faisán ha llenado / el inmenso campo"). Su odio en contra de Haya de la Torre es visceral, no obstante recuerda sus años juveniles de militante aprista. En un momento de la plática se pone a cantar La marsellesa aprista. Su memoria es prodigiosa. Nos revela que en el ejército tuvo que abandonar sus ideas apristas de la etapa insurreccional, pero no del todo. Cuando entró al Partido Comunista, no tardó mucho en convertirse en antiestalinista consecuente. Le menciono un homenaje que le tributaron en la UNI hacia el 2008, en el cual dio un discurso el poeta piurano Armando Arteaga. Aquella vez, esperé pacientemente a que terminara el evento para acercarme al homenajeado y alcanzarle una publicación ácrata en la cual yo escribía. Me pregunta si yo era el que rubricaba infaltablemente el poema de la última página del periódico en mención. Le respondo afirmativamente y le alcanzo un ejemplar del 2010. Nos cuenta que las invitaciones para congresos y homenajes no cesan, pero él ha decidido ya no asistir más. Pasó un pésimo momento durante una de las últimas veces, por la cicatería de un escritor cusqueño, quien lo dejó abandonado a su suerte, después de un evento. Al cusqueño lo habían designado para que acompañase al poeta a Tablada. Siento vergüenza ajena y me vienen a la mente unos versos de Bukowski: “Es tan fácil ser poeta / y tan difícil / ser hombre”.
El autor de “Pastor de truenos” (1968), “Invasión poderosa” (1970) y otros libros, nos revela que un libro suyo será presentado el 20 de este mes en la Casa de la Literatura. El responsable de la edición es el tenaz Jorge Luis Roncal, su gran amigo. Pero el poeta no se la cree, sabe que la poesía hoy por hoy no es un bien cotizable en la bolsa, un commodity. De nuevo la risa endiablada y la picardía en los ojos.
La conversación fluye incoercible. Sánchez Cerro, Engels, Bakunin, la Segunda Guerra Mundial y el pacto de no agresión germano-soviético, de 1939, Stalin, el trotskismo, Cuba, el castrismo, las nuevas potencias mundiales, la cuestión del poder, etc. son solo algunos tópicos de la conversa. Y por supuesto, el cristianismo. El poeta norteño es un acendrado anticlerical. Pero, ante todo un gran conversador. Un poeta refractario testigo y protagonista de su tiempo. El tiempo de los runas.
Isa Ramos y Márlet Ríos
Quiero dejarlos con un par de poemas de Leoncio Bueno:
La dicha de los dinamiteros
La violencia es una forma de felicidad.
¿Contra qué se dispara una revolución?
Contra los privilegios.
Los privilegios constituyen la violencia
de los poderosos.
Ganarse la vida en un horno de ladrillos
no es ningún privilegio.
Los ladrilleros huelen la felicidad
de siglo en siglo
cuando se dispara una reventazón.
Un albañil no construye palacios para él,
pero se las arregla de cuando en vez para
volarlos,
y saborear la dicha de los dinamiteros.
A la hacienda Facalá
¡No puedo volver a ti!
Una tarde, desde la alta colina
te vi por última vez,
siempre verde y florida bajo el cielo otoñal.
Vi los álamos de tu río,
oí el canto de tus gallos,
todo a lo lejos se mecía
como un sueño en las nubes.
Era una tarde, tarde en mi vida,
mi corcel apacentaba en los páramos,
la fragancia de tus pastos
hormigueaba en mis sentidos,
sabor de cañas lilas
derretía mis dientes.
¡Oh, las albas armónicas!
la aborigen infancia
como alegre cabrito corría por los cerros.
Si algún día volviera
a saborear guayabas de tus huertos,
¿me sabrían lo mismo?
¡Quien como tú que eres invariable,
que eres profunda, que eres callada!
Quisiera ser como tus montes solitarios
tan serenos, tan rígidos, tan altos.
Me siento fatigado de bregar sin descanso,
me siento como un buey enflaquecido
que nunca prueba el fruto de su arar.
Tener una conversación con el Señor Leoncio Bueno es realmente agradable, El sentido del humor que tiene es tal vez su secreto de la juventud espiritual...Gracias por compartir sus poemas Don Marlet :) ..Besos!!
ResponderEliminar